Narra Tobi
—Hoy es la reunión de la que te hable en casa de Matt —dije con tristeza mientras abrazaba mis rodillas contra mi pecho.
Allan y yo nos encontrábamos en un parque cerca de mi casa, sentados contra un árbol gigantesco que nos cubría del sol.
—¿Cómo te sientes? Te veo un poco desanimado.
Suspiré y escondí mi cabeza entre mis piernas y brazos. No quería llorar más, todas las noches había logrado conciliar el sueño apunta de lágrimas.
—No te quedarás solo —sentí la mano de Allan sobre mi hombro—. Tienes a tus amigos, a Alexander, a Irene —levanté mi cabeza y dirigí mi mirada hacia él—. Y a mí —agregó en tanto limpiaba mis mejillas con la yema de su dedo pulgar—. Siempre que te sientas solo sabes que puedes llamarme y sea como sea llegaré a donde me digas.
Sonreí y volví a apoyar mi cabeza sobre mis rodillas.
—Siempre has sido muy bueno conmigo —lo miré sin cambiar mi cabeza de posición—. Gracias. No sé qué haría si no te hubiese conocido.
—¿Quieres que te acompañe hoy?
Recordé el rostro de fastidio de Matt cuando Sara había propuesto que invitara a Allan.
—No lo sé. Podría resultar raro —quería que Allan fuese conmigo. Tenerlo cerca me hacía sentir más seguro y me distraía—. No creo que a Matt le agrade la idea.
—Pero me dijiste que te habían dicho que podías invitarme.
—Sara dijo eso. Matt solo parecía molesto con la idea —me sentí tonto al haber dicho eso. No era algo que Allan necesitase saber—. C-creo que solo quiere que vayan las personas más cercanas a él.
—No lo sé, Rick —Allan se recostó contra el árbol—. Creo que no le agrado.
—¿Por qué dices eso? No puedes caerle mal a alguien con quien ni has hablado. Es que apenas se han saludado.
—No sé, es lo que percibo siempre que lo veo. Como una energía negativa hacia mí.
—¿Matt? De verdad lo dudo. Matt jamás transmitiría algo negativo hacia nadie, es demasiado amable y bueno con todos.
Solo podía recordar, con mucha vergüenza, los primeros días que compartí con Matt. Lo mal que me había portado con él y que a pesar de que había sido una completa basura, él siempre había mantenido su amabilidad. Recordaba que esa actitud suya me sacaba de quicio porque me parecía imposible que una persona pudiese seguir tratando tan bien a alguien que no hacía más que atacarle sin razón. Nada de lo que le había hecho a Matt había sido suficiente para que él reflejara algún mal sentimiento, además de la decepción, o alguna energía negativa hacia mí. Entonces, ¿era posible que tuviese algo en contra de Allan?
—Yo creo que lo estás mal interpretando. Matt simplemente es algo tímido a veces y como ustedes ni han hablado pues es normal que te parezca antipático.
—Yo creo que eres tú el que lo mal interpreta, Tobi —Allan se levantó y estiró sus brazos hacia arriba, entrelazando los dedos de sus manos para estirar la espalda—. A mí parecer son más celos que otra cosa.
—¿Celos? ¿De qué hablas?
Allan extendió una de sus manos hacia mí para ayudarme a levantar.
—Creo que está celoso de que tú y yo compartamos tiempo —contestó a tiempo que me jalaba hacia arriba—. Solo eso diré. Ahí te dejo para que lo pienses.
¿Celos? ¿Por qué Matt sentiría celos de que yo tuviera un nuevo amigo? No tenía nada de sentido. Matt y yo seguíamos siendo amigos, seguíamos compartiendo tiempo. Era como si yo me sintiese celoso de su amistad con Luna o con Santiago. De Santiago me había sentido celoso, sí, pero no por su amistad. Era porque pensaba que él y Matt tenían algo. ¿Era posible sentir celos de amistad?
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Desde que te soñé (Gay) TERMINADA
RomanceEsta es la historia de Matt Howerdel, un chico que se ve obligado a mudarse de casa luego de enterarse de que su madre ha encontrado un nuevo amor y quiere rehacer su vida. La idea que al principio le parece absurda, termina por ilusionarlo ya que a...