Capítulo 25

31.1K 2.6K 748
                                    

Narra Irene

Me encontraba en una cafetería, frente al centro comercial, esperando a Alexander. Iríamos a comer y luego a dar una vuelta por el parque. Pensé en que tal vez habría sido mejor que me hubiese quedado acompañándolo. Es que estaba segura de que él debía estar fastidiado, sólo esperaba que el lugar no estuviera tan lleno pues mi querido pelirrojo en ocasiones parecía odiar a las personas.

Mi teléfono sonó, Alexander se escuchaba un poco extraño, más animado de lo normal. Me dijo que en unos cinco minutos estaría frente al centro comercial por lo que me levanté de la mesa y caminé rumbo a la caja. Cuando llegué al mostrador unas meseras estaban charlando, me gusta escuchar las conversaciones ajenas para imaginarme un poco de la vida de los demás, es como si a medida que hablaran viera historias corriendo en mi cabeza.

—Detesto que vengan chicos como él —Una de ellas apuntó con su cabeza hacia uno de sus clientes, yo lo busqué con mi mirada—. Es un cretino idiota, cree que por ser cari bonito ya puede venir y tratarte cual basura... —La chica siguió quejándose pero sus palabras parecían sólo zumbidos, sin ninguna clase de significado.

Aquel chico molesto del que hablaban se parecía a Tobi de espaldas. Lo observé y pensé en acercarme para ver si era él, pero no quería parecer algún tipo de loca acosadora, así que hasta no estar segura de su identidad no me acercaría.

—Señorita —La voz de la cajera me sacó de mis pensamientos—. ¿Qué cancela?

Después de pagar volteé mi mirada nuevamente hacia el chico y nuevamente pensé en acercarme. Si era Tobi podíamos pasar un lindo día juntos, podríamos ir a cine, comer helado, ir a un parque... podríamos tener una cita de las que hace mucho no teníamos. Y si por lo contrario era sólo un desconocido podría sólo disculparme e irme, o tal vez sentarme y hacerle la charla mientras esperaba a ver a Alexander al otro lado de la ventana.

Di unos cuantos pasos, con lentitud, hacia la mesa en la que se encontraba, él giró levemente su rostro hacia un lado, era él, era mi Tobi.

—¿Tobi? —puse mi mano sobre su hombro—. ¿Qué haces aquí? Pensé que estarías con tu padre.

Tobi me había dicho que no podía acompañarnos a Alexander y a mí debido a que su padre le había pedido que lo acompañara al trabajo. Miré a mi alrededor buscando a su padre, pero él no estaba por ninguna parte.

—I-Irene —dijo con voz temblorosa—. ¿Q-qué haces y Alexander?

Me senté junto a él y clavé mi vista en la ventana. Era muy extraño que Tobi estuviera en aquel lugar y más cuando se supone que estaría trabajando con su padre. Apreté mis puños con disimulo, comenzaba a sentir que Tobi no era del todo sincero.

—Pues Alex se quedó entregando el cuento pero ya viene, iremos a comer ¿vienes? —tomé su mano y la apreté. Aunque me sintiera engañada mis ganas de pasar un lindo día con mi novio eran más fuertes que cualquier otra cosa.

—S-sí, me encantaría —contestó él en un susurro.

—¿Y tu padre? —pregunté sonriente. No quería que notara que me había molestado al encontrarlo allí y realmente necesitaba saber por qué no estaba con su padre como me había dicho.

—E-esta mañana me dijo que me llevaría otro día —respondió con su mirada fija en su bebida.

—Y ¿Por qué no me dijiste que vendrías aquí? —inquirí dando un suave apretón a su mano—. Aunque bueno, no importa, estás aquí y eso me alegra. El destino quería que nos encontráramos y pasáramos el sábado juntos.

—¿Con Alexander? —Tobi rio, aunque más bien parecía que comenzaría a llorar.

—No lo sé, como sea, me alegra que estés aquí —dije y al recordar a mi pelirrojo favorito desvié mi mirada hacia la calle—. Alex dijo que estaría frente al centro comercial —Tobi miró hacia la ventana también.

Desde que te soñé (Gay) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora