Narra Tobi
No recuerdo haber salido del instituto, mucho menos caminar a casa, pero allí me encontraba, de pie, frente a la gran puerta de madera que tenía tanto miedo de abrir. "Matt ya debe haber llegado... ¿habrá dicho algo?" suspiré y mis ojos se llenaron de lágrimas.
—¿Habrá dicho algo? —me pregunté en un susurro—. ¿En serio Tobi? Después de lo que hiciste... ¿sólo puedes pensar en eso? ¿Sólo puedes pensar en ti?
No podía creer que fuera así, no podía entenderlo, es que ¿cuándo me había convertido en eso? ¿Desde cuándo era sólo un egoísta cobarde? Di media vuelta y me senté en el andén, me sentía tan miserable... nunca me había sentido de esa forma, me sentía el peor ser del mundo, me avergonzaba de mí mismo, quería con todo mi corazón retroceder el tiempo y haber sacado a Matt corriendo de allí... Pero era imposible, era algo que simplemente una persona como yo no podría hacer, ¿qué podría hacer un tonto como yo? Nada... un cobarde sólo huye, un egoísta sólo se preocupa por sí mismo, a un idiota no le importa lo que ocurra mientras no le dañe directamente.
Pero... ¿No me había dañado? Lastimar a Matt, ¿no me había afectado de ninguna manera? No, sabía que no era cierto, lastimarlo me había destrozado por completo, sólo quería llorar, sólo deseaba que todo fuese una de mis pesadillas, nada más que eso... Pero no, todo era parte de la realidad, mi cobardía, mi egoísmo, mi deslealtad y las mentiras que me decía eran reales, yo no era genial, yo no era bueno, yo no era nada... nada más que un mentiroso y cobarde.
—Tobi, ¿qué haces ahí? —La voz de Sara me sacó de mis pensamientos, no parecía molesta, lo cual me hacía pensar en que Matt me había cubierto de nuevo—. ¿Te pasa algo?
—N-no —murmuré, sin darme la vuelta, no quería que me viera en ese estado—. Estoy bien, sólo quiero estar solo un rato y en casa ya no puedo hacerlo.
Y de nuevo el gran Tobi se comportaba como un idiota... Incluso yo no podía soportarme en ocasiones.
—Ya veo... —contestó ella con una pizca de decepción en su voz—. ¿Te esperamos para comer? ¿O quieres que te deje servido?
—Yo puedo servirme solo —bufé pegando mi pecho a mis piernas y abrazando mis rodillas—. Lo siento... Es decir, pueden comer sin mí, yo entro en un rato —me giré hacia ella y traté de parecer tranquilo.
—Vale... puedes servirte lo que quieras —dijo con amabilidad—. Matt dijo que comería con unos amigos y que llegaría para la cena —agregó con una dulce sonrisa en sus labios, como si le llenara de felicidad el hecho de que su hijo tuviera amigos con los cuales salir—. Entonces... No tardes, no dejes que la comida se enfríe —escuché sus pasos alejarse de mí y luego el silencio volvió a adueñarse del lugar.
—¿Comiendo con amigos? —suspiré. ¿Cómo se sentiría Sara si supiera la razón por la que su hijo no había almorzado en casa? ¿Mantendría aquella brillante sonrisa en su rostro?—. Maldita sea, Matt... ¿Por qué me haces todo tan difícil? —golpeé mi frente contra mis rodillas. Aunque yo había dejado el instituto primero, llevaba unos cuantos minutos dando vueltas sin rumbo y que Matt no hubiera llegado me preocupaba.
"¿Con quién estará?" Me pregunté. Probablemente estaría con Irene, ella era la persona más cercana a Matt. Aunque también podía estar con Sam, él lo había defendido y parecía realmente preocupado. "Tal vez debería llamarlo" saqué mi celular y lo busqué en mis contactos. "Pero ¿qué le voy a decir?" golpeé nuevamente mi cabeza contra mis rodillas.
—¡Me vas a volver loco! —grité a tiempo que le daba palmadas a mi rostro, unas chicas que pasaban frente a mi casa me miraron y soltaron la risa—. ¡¿Qué me están viendo?! —Sus expresiones burlonas desaparecieron y, en menos de un minuto, ellas también.
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Desde que te soñé (Gay) TERMINADA
RomanceEsta es la historia de Matt Howerdel, un chico que se ve obligado a mudarse de casa luego de enterarse de que su madre ha encontrado un nuevo amor y quiere rehacer su vida. La idea que al principio le parece absurda, termina por ilusionarlo ya que a...