Capítulo 56

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Narra Matt

—Esta es la lista de los muchachos que siguen desaparecidos.

Mi madre la tomó en sus manos.

—Dios mío —sus ojos se llenaron de lágrimas—. ¿Qué podemos hacer?

—Si saben el lugar al cual pueda haber ido.

—No tengo idea —contestó ella—. Sólo se me ocurre la casa o la casa de alguno de sus compañeros, no lo sé.

—Lo mejor será que vuelva a casa y esté pendiente. Cuando tengamos información le llamaremos, así mismo le pedimos que si llega a saber algo de su paradero nos lo informe.

Mi madre asintió con la cabeza.

—Está bien —agregó—. Gracias, espero recibir noticias pronto —dijo, luego me tomó del brazo y me jaló—. Vamos, Matt.

Al salir del edificio tomamos un taxi, mi madre se mantuvo callada.

—Esto es demasiado, Matt. Ni siquiera he podido organizar lo de Richard, ni siquiera he tenido tiempo de pensar en ello. Tampoco siento que me duela o me haga falta.

Tomé su mano y la apreté. No dije nada, no sabía qué decir, hay momentos en los que las palabras sobran, en los que el silencio es el mejor consuelo.

—Algunos chicos están en el hospital en este momento, fue un enfrentamiento muy violento, quienes lograron escapar no creo que lleguen muy lejos, o no lo sé, ¿crees que Tobi esté bien?

—Él está bien mamá, debemos volver a casa y esperarlo allá. Estoy seguro de que irá a buscarnos.

Llegamos a casa. Al entrar la encontramos en completo silencio. La casa era grande, pero nunca se me había hecho tan enorme, al volver a entrar en ella sentí que me perdería, me sentí solo, diminuto, como una hormiga.

Mi madre se dirigió enseguida a su cuarto y allí se encerró. Yo subí las escaleras con lentitud, iba a tocar a su puerta pero no pude hacerlo. Entré en mi habitación y busqué mi celular, busqué el contacto de Tobi. ¿En dónde estaría su celular ahora? Le marqué aun sabiendo que nadie contestaría, me mandó a correo de voz, dejé un mensaje, mensaje que probablemente Tobi nunca escucharía: Te extraño.

—Esto es una mierda —dije dejando el aparato de lado y cerrando mis ojos.

Cuando estaba por quedarme dormido mi celular comenzó a sonar. Abrí mis ojos con lentitud, observé el aparato un par de segundos esperando a que se detuviera y al ver que no sucedió lo tomé. Era un número desconocido. No contesté.

El sonido se detuvo. Dejé el celular sobre la mesa, me volví a acostar y pasado unos minutos el aparato vibró. Tenía un mensaje.

Hola, Matt. Sé que debes estar molesto y que lo menos que quisieras es hablar conmigo o saber algo de mí. Siento mucho lo que pasó, no quería hacerte daño, ni dañar a nadie, sin embargo parece ser que eso es lo único que puedo hacer bien. Hace unos minutos vi la noticia sobre mi padre, él murió por mi culpa, Matt. Al igual que mi madre y al igual que Sam y si sigo aquí probablemente al igual que todas las personas que quiero. Lo vi en un sueño, Matt, creerás que estoy loco pero es verdad. Sé que probablemente estas cosas que digo no sirven ni cambian nada, pero simplemente quería decirte adiós, quería despedirme de ti, quería agradecerte por las cosas que hiciste por mí y porque gracias a ti pude ser una mejor persona, pude ser mejor pero lamentablemente la esencia no puede cambiar y yo soy lo que soy, y lo que soy sólo trae desgracia. Por eso adiós, se feliz.

Mis manos temblaban mientras leía, al terminar copié torpemente el número del que venía el mensaje y lo pegué en el marcador. No contestó, lo intenté un par de veces más sin obtener respuesta.

Desde que te soñé (Gay) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora