Capítulo 71 (Alternativo)

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Narra Tobi

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Narra Tobi

—¿Qué pasó? ¿Te aceptaron? —la mujer se acercó a mí. Yo tenía mi computador abierto entre las manos—. Muestra —me lo quitó—. Oh por Dios —llevó el aparato al comedor y se sentó—. Pasaste, Tobi —su rostro brillaba de felicidad—. Sabía que te saldría, ¿ves?

—No lo puedo creer, Clara —me acerqué a ella—. El examen de ingreso estuvo horrible, yo pensé que lo había perdido.

—Pero tu puntaje fue excelente, quedaste en el primer grupo. O sea que podrás escoger sin temor a que la carrera que quieres se quede sin cupos —Clara le dio un par de palmadas a la silla de al lado, haciéndome señas de que me sentara—. Tobi, yo trataré de hablar con tu padre. Estos meses te has esforzado mucho por complacerlo y has trabajado duro. Sin embargo —hizo una pausa un tanto larga—. Tú sabes que con él no es tan fácil. Si bien se ha calmado, sabes que ha sido solo porque le hemos hecho caso en todo, ¿verdad?

Asentí con la cabeza.

—Pase lo que pase tienes mi apoyo.

Clara era oficialmente la nueva novia de mi padre. Ella era una mujer muy linda, dulce e inteligente. A sus apenas 26 años ya tenía una maestría y sabía hablar 4 idiomas. No entendía cómo había resultado con alguien como mi padre, pues era completamente diferente a él, era el tipo de persona que seguramente mi padre despreciaba por pensar primero en los otros que en lo que él creía más importante: el dinero.

No entendía muy bien cómo funcionaba su relación. Era una pareja muy rara, yo estaba seguro de que él en ocasiones la trataba mal. Ella decía que sabía cómo controlarlo, que el poder en la relación, aunque no pareciera, estaba en sus manos. No obstante, siempre que estaban en la casa sentía miedo de que discutieran y mi padre le hiciera algo. Ella podía ser muy inteligente y muy fuerte, pero ¿cómo se controla a una persona que ha sido cegada por la ira?

—Tengo miedo —murmuré tan bajo que no estaba seguro si ella me había escuchado.

—Tú tranqui. Yo hablaré con él, trataré de hacerlo comprender que se trata de tu vida y de tus sueños. No pienses mucho en ello, ¿qué es lo peor que puede ocurrir? —no pude evitar imaginar a mi padre ahorcándome o persiguiéndome violentamente por toda la casa—. No es como que te vaya a matar o algo por el estilo. A veces le da sus ataques de ira, pero yo no permitiré que te haga nada.

—¿Y si me echa? —mi padre había sido muy claro. Si no trabajaba con él en la empresa ya no tendría su apoyo. Eso no se limitaba a quitarme el apoyo económico, sino que también implicaba sacarme de la casa.

—¿Has ahorrado algo?

—Sí.

De lo que había ganado trabajando con él no había gastado mucho. Mis gastos se habían limitado a los pasajes y las fotocopias requeridas en el proceso de admisión a la universidad.

Desde que te soñé (Gay) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora