Narra Tobi
—Tengo que comprar algo para Sara, pero no sé qué regalarle. ¿Será que un ramo de rosas estaría bien?
—Mejor dale algo más duradero —Allan salió del baño. Mientras se cepillaba los dientes iba organizando cosas en su habitación. Todavía no había terminado de cambiarse, tenía el torso descubierto. Yo volteé a mirar para otro lado apenas lo vi—. Es que eso de la venta de flores no me gusta, no es nada bueno para el medio ambiente.
—Tienes razón. ¿Qué le doy entonces?
Regresó al baño para escupir.
—No sé, puede ser algo de joyería o un perfume. ¿No?
—Sí, suena bien. ¿Me acompañas a comprarlo?
—Dale, vamos —se puso de pie frente a mí, yo tomé un cojín del sofá y me cubrí la cara. Pude escuchar su risa—. Ponte algo rápido.
Él no contestó. Quité el cojín pensando que ya se había ido, pero cuando me di cuenta ahí seguía. Todavía sin camisa.
—¡Que te pongas algo! —le tiré el cojín y me levanté molesto.
Caminé hacia mi habitación.
—No te enojes, Tobi. Tus reacciones son graciosas, yo qué culpa tengo.
—¡Sabes que no me gusta que la gente ande por ahí exhibiendo sus cuerpos! —grité desde mi cuarto.
—Pero Alex sale sin camisa o en bóxer y no le dices nada —Allan se cruzó de brazos junto al borde de mi puerta—. ¿Tu rechazo a la desnudes es selectivo?
—No es rechazo a la desnudes.
—Una de dos —tomó un profundo respiro—. O te gusta demasiado lo que ves cuando Alex camina por todo el apartamento en ropa interior, y por eso no le dices nada. O lo que ves cuando salgo sin camisa te parece horrible y nauseabundo.
—¿De qué hablas?
—O una tercera opción —se acercó a mí—. Te gusta tanto lo que ves que te...
—Cállate —le tapé la boca con mis manos—. No molestes.
Me levanté, agarré mis llaves y salí de la habitación.
—¿Vamos? —Miré el reloj—. Se nos hará tarde.
—Vamos.
Salimos del apartamento. Yo iba concentrado en el celular, mirando qué tiendas y negocios había por la zona en donde pudiésemos comprar algo para Sara. No me gustaba salir sin saber a dónde iría, y menos teniendo en cuenta que no teníamos tiempo de sobra.
—Aquí encontré como cinco tiendas cercanas —Allan rodeó mi espalda con uno de sus brazos y me ayudó a saber por dónde caminar—. Espera —detuvimos el paso—. Voy a escribirle a Sara que de pronto llegamos un poco tarde —escribí el mensaje, lo envié y guardé mi celular en mi bolsillo.
Cuando levanté mi cabeza Allan me miraba fijamente. De un momento a otro comenzó a acariciar mis mejillas, yo no pude evitar sentirme incómodo y sonrojarme, ya que era algo que no esperaba.
—¿Qué haces? —le pregunté.
—Solo quería invocar al Tobi tierno que se sonroja —contestó alejando sus manos de mí y dándome la espalda—. ¿Por allá?
—S-sí.
Al final compramos un perfume y un collar sencillo, pero muy lindo. Luego de las compras volvimos al apartamento para cambiarnos y terminarnos de arreglar. No podíamos ir tan informales a un evento como ese.
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Desde que te soñé (Gay) TERMINADA
RomanceEsta es la historia de Matt Howerdel, un chico que se ve obligado a mudarse de casa luego de enterarse de que su madre ha encontrado un nuevo amor y quiere rehacer su vida. La idea que al principio le parece absurda, termina por ilusionarlo ya que a...