Narra Matt
—Ya dormiste mucho —sentí una corriente helada recorrer mi cuerpo, el maldito de Tobi me había quitado las cobijas—. Deja de ser tan flojo.
¿Flojo? Si yo no había podido dormir en toda la noche por sus ronquidos y sus cosas raras. Especialmente por lo segundo, es decir, seguía sin comprender por qué Tobi me había besado, sabía que para él todo había sido parte de un sueño pero... igual era extraño que quisiera besarme. De cualquier modo, después del beso pusimos la peli y él se quedó inmediatamente dormido, yo por mi parte no podía pegar el ojo, de cierta manera aquel beso había sido un poco traumático para mí, me había dejado en un completo shock.
—Tú fuiste el que durmió mucho, ni viste la película completa y luego con tus ronquidos no me dejaste dormir. Luego tuve que pasarme al cuarto y ya no tenía sueño —dije cortante—. Es culpa tuya que mi noche hubiera sido tan difícil.
No sólo me preocupaba lo del beso, también sus palabras. Él había dicho cosas muy extrañas, había dicho que me quería y me había rogado que no lo dejara, ni siquiera entendía a qué se refería con eso, ni de qué forma me quería. Pero de algo estaba seguro, yo estaba enamorado de Sam, no de Tobi, así que tenía que aclararlo antes de que las cosas se pusieran más difíciles.
—L-lo siento —susurró, sus mejillas se habían pintado de un rojo muy tenue—. ¿Tienes hambre? —preguntó.
—No —contesté agarrando mis cobijas y cubriéndome para volver a dormir—. Está bien. Yo iré a casa de Irene un rato. ¿Quieres ir?
—No creo que deba —respondí bostezando. ¿Por qué me invitaba a eso? Es decir, no se necesita ser un genio para saber que a ella no le gustaría, Tobi no pensaba en ella—. Es decir, no creo que a Irene le agrade la idea de que yo vaya. Ella quiere ver a su novio, no al hermano de su novio.
—Hermanastro —dijo un tanto incómodo. ¿Hermanastro? ¿Cuál era la diferencia? ¿Por qué lo aclaraba?—. Está bien, luego no digas que no te tengo en cuenta.
El rubio buscó algo en el armario y luego se fue.
Dormí un poco más de dos horas. Cuando me levanté la casa estaba completamente sola, pensar en eso me hizo sentir algo aburrido, extrañaba a Sam y sólo podía pensar en que aquellos serían días muy largos.
Bajé a la cocina a buscar algo de comida. Había algo en la mesa, al parecer mi madre me había dejado el desayuno hecho, me sentí feliz al pensar en que al menos alguien se acordaba de mí. Me senté a comer, saqué el celular y miré si tenía algún mensaje de Sam. No, no había nada.
—Debe estar muy ocupado —susurré en medio de un suspiro.
En ese momento vino a mi mente la noche anterior, para ser exacto, el beso con Tobi. El celular se resbaló de mis manos, pensar en ello me ponía muy nervioso. Recordé los archivos que había encontrado en el computador de Tobi y pensé en revisarlos, pero luego me sentí un poco mal, no tenía derecho a revisar las cosas privadas de Tobi, qué clase de persona sería al hacerlo. Enseguida subí a mi cuarto, saqué mi computadora y borré todos los archivos que había copiado en mi memoria.
—¿Qué hago? —Pregunté a la nada—. Lo mejor será salir un rato.
Me levanté y busqué mi toalla para darme un baño rápido.
Cuando estaba en la ducha escuché que alguien entró. Rápidamente me terminé de juagar y salí.
—¿Tobi? —grité desde las escaleras.
—No, cariño —Era mi madre—. Vine a invitarte a cenar. Sé que no he estado mucho en casa últimamente y ahora que estás en vacaciones pues creo que debo aprovechar para pasar más tiempo contigo. ¿Vamos o tienes algo que hacer?
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Desde que te soñé (Gay) TERMINADA
RomanceEsta es la historia de Matt Howerdel, un chico que se ve obligado a mudarse de casa luego de enterarse de que su madre ha encontrado un nuevo amor y quiere rehacer su vida. La idea que al principio le parece absurda, termina por ilusionarlo ya que a...