Día 48

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Cocinaba tranquilamente tarareando una canción la cual ni recordaba su nombre, ni siquiera la letra, pero la melodía era muy pegajosa. Sentía que hoy sería un buen día.

Escucho pasos detrás del el, supuso que el americano ya se había levantado. Sonrió instintivamente, esperaba su típico beso de buenas días, pero nunca llegó. El sonido web la silla siendo arrastrado le dio a entender que este ya se había sentado.

- Buenos días, Rus.

Ahora entendía por que no recordaba haberse despertado.

Aún no lo hacía.

Rus- Buenos días...Ali. - Siguió cocinando. No quería voltear y ver las heridas del alemán.

RDA- ¿No te alegras de verme otra vez?

Rus- Tu sabes que que no. - Normalmente le alegraba saber que estaba soñando y controlar lo que pasaba, pero no era lo mismo si se trataba de una pesadilla. - Ya te había olvidado.

RDA- ¿Enserio? - Se volvió a escuchar la silla seguido de unos pasos acercándose. Lo sentía justo detrás de él. - ¿Entonces explícame que hago aquí?

Rus- No lo sé. - Sintió un escalofrío cuando el alemán lo tomo de los hombros para abrazarlo y colgarse de estos en un abrazo.

RDA- ¿Quieres que te lo diga?

El aliento del mayor había chocado con su oreja. Su respiración y pulso se aceleraron, se había sentido tan real que instintivamente se dio la vuelta alejando al alemán, pero este ya no estaba. Paso su mano por su cabello sintiendo su corazón queriendo salir de su pecho por el susto que se llevó. Miro a todos lados buscando al alemán que parecía haberse esfumado, eso le hizo suspirar de alivio, cerrando los ojos tratando de olvidar lo que pasó. Necesitaba un respiro de todo.

Se sintió más tranquilo y seguro, estaba en un sueño y el podía controlarlo, o eso pensó.

Al abrir los ojos se llevó el susto de su vida al ver al alemán justo frente a él, a unos cuantos centímetros de su rostro. El aire se fue de sus pulmones, como si hubiera olvidado como respirar. Otra vez los ojos verdes tan penetrantes y apagados, las grietas extendiéndose por todos lados haciendo que de algunas partes comenzarán a desprenderse pequeños pedazos.

RDA- Rus, observame bien. - Dijo acercándose más haciendo que el menor retrocediera.

Rus- Yo...yo no...- Trataba de desviar su mirada a otro lado. Apenas y podía moverse, sus piernas daban pequeños pasos aunque parecía que no se alejaba. Cuando sus pies chocaron con la cama se dio cuenta de que ahora estaba en su antigua habitación de cuando era niño. Terminó sentado en el colchón ya sin poder moverse.

RDA- Mirame y dime que hago aquí. - Lo tomo de la barbilla para obligarle a verlo. - ¡Mirame para recordar lo que me hiciste!

Los ojos del ruso comenzaban a llenarse de lágrimas. No pudo articular ni una sola palabra y el miedo comenzaba a apoderarse de el.

RDA- Para eso estoy, cariño. - Sonrió dulcemente dándole un pequeño beso en la frente antes de sentarse en sus piernas. - Para recordarte que tu amor sólo lástima a los demás. Hasta a tu familia. - Comenzó a repartir besos en el rostro del ruso que sólo se quedaba inerte. - También estoy aquí...- Se detuvo quedando a centímetros de sus labios. - Por que todavía no me olvidas.

Rus- Ya lo hice. - Por fin logró hablar pero su cuerpo seguía sin reaccionar. - Te olvide hace mucho.

RDA- No lo creo. - Rusia sentía el aliento del contrario indicándole a ceder. - Yo te hice suspirar y gemir mi nombre, pero...- El cuerpo del menor se estremeció al sentir las manos del alemán recorriendo el cuerpo. - Tu querías haceme lo mismo, siempre quisiste pero te daba vergüenza ¿lo recuerdas?

Rus- Ba...basta, Ali...

RDA- ¿Por qué no lo haces ahora? - La manos del ruso de movieron solas abrazando al mayor de la cintura. - Se que lo quieres.

Rus- Ali...- Susurro sobre los labios del contrario que parecía deseoso por continuar.

Estaba a escasos milímetros de juntar sus labios con los del alemán y ceder ante sus palabras pero un movimiento en eu brazo lo hizo despertar.

Rus- ¿A...? - Se quedó callado al ver el estadounidense frente a él. - ¿USA?

USA- Tengo hambre. - Estaba incado en la cama haciendo una expresión suplicante para que el ruso se levantará.

Rus- ¿Qué hora es? - Se estiró con pereza tratando de quitarse lo adormilado. Aún seguía alterado por el sueño pero trataba de parecer lo más normal posible.

USA- Como las 11:30 o tal vez ya sean las 12.

El ruso se levantó de golpe al escuchar la hora. Nunca se levantaba tan tarde, ni si quiera los fines de semana. Com apuro se vistió, olvidando que el americano estaba ahí, y salió corriendo hasta la cocina dejando a un USA con un sonrojo por ver al menor en ropa interior.


















































Lo acabe.

No se que tiene mi familia que quiere pensar cada fin de semana.

Pero hueno, una está ahí para hacer los comentarios graciosos y fuera de lugar.

Les quería pedir un favor, o decir una propuesta.

Dejarme algunas canciones que les haga pensar en el rusame. Y hacer esto en cada capítulo pero con una pareja diferente.

Si les parece buena la idea pueden dejarme el nombre las canciones:

》Aquí《

ªNØR3XĪÇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora