Día 14

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Otra vez estaba en su cuarto, encerrado como el día anterior. No se sentía bien sin hacer ejercicio, estaba ansioso caminando de un lado a otro.

Paro unos segundos en un espejo que tenía cubierto por una sábana, y la quito de un jalón. Tal vez todos verían aquel chico delgado, casi en los huesos, pero el vio otra cosa. Era aquel estadounidense del que todos se burlaban, que tenía varios kilos de más por su ansiedad que lo hacía comer cualquier dulce que encontraba.

Lo odiaba.

Se dejó caer en la cama tomando su cabello desesperado, estaba a punto de mandar todo al carajo y destrozar su cuarto. Y lo hubiera hecho de no se por el ruso que entraba con la comida.

Rus- Traje tu comida. - Dijo como si nada mirando al estadounidense desesperado tomando su cabello, pensó que se lo arrancaría.

USA- ¡Lárgate ya! - Dejo de jalarse el cabello pero seguía con las manos sobre él. - ¡No necesito la ayuda de nadie!

Rus- Sabes que no me iré. - Se sentó a lado de él aún con el plato en la mano. - Tienes que comer.

USA- ¡No lo entiendes! - Oculto su rostro en sus piernas, odiaba la mirada que ahora tenía el ruso. Llena de lastima. - ¡Nunca lo harías!

Tal vez debió de calmarse antes de tomar parte de la comida del plato y lanzarla. Tal vez debió de apuntar a otro lado que no fuera la cara del ruso. Y tal vez no debió de gritarle que se pudriera en el infierno y de paso se llevará a su padre.

Rusia estaba furioso, limpio la comida de su cara lanzandola al suelo y miro al estadounidense que seguía en la misma posición, y con la misma actitud de no escucharlo. No soporto más y se subió arriba del mayor dejando el plato de comida a un lado.

USA- No me molestaría que me dieras de comer así. - Se burló haciendo sonrojar levemente al menor, pero se asusto al sentir una de las manos de este tomar las suyas, poniendolas detrás de él.

Rus- Claro que no te entiendo. - Con su mano libre tomo el cable del celular del buró y le ató las manos. - Yo no tengo anorexia.

USA- ¡Desatame ya Rusia! ¡No sé de dónde sacaste eso de que tengo anorexia si estoy completamente bien! - Grito aunque por dentro estaba asustado, siempre peleaba con Rusia y nunca lo vio así de enojado. Trato de patearlo o empujarlo con su cuerpo, pero el menor estaba sobre sus piernas, y su misma condición le había quitado la fuerza que antes tenía.

Rus- Ya me cansé de tu estúpida actitud. - Llevo su mano a la boca del mayor obligandolo a abrirla, apretando sus mejillas con sus dedos. - Yo solo te quería ayudar y tú tiras todo lo que hago como si fuera basura. - Tomo la cuchara para llevarla a la boca del contrario, lo bueno es que era sopa y fácil de tragar.

El mayor quería liberarse, tratando de sacudir su cabeza para alejarse, pero los dedos de ruso lo lastimaban, dolían demasiado como si se enterraran en sus mejillas.

Sintió la sopa entrar en su boca, quería escupirla, no quería tragarla, pero el ruso se lo impidió. No tuvo más opción que pasarla tosiendo un poco en el proceso, sintiéndose culpable.

Así creció su culpa con cada cucharada que el menor le daba, hasta que en un momento dejo de poner resistencia, solo se dejó alimentar mientras sus lágrimas caían mojando las manos del menor.

Rus- ¿Que estás...? - Pregunto confundido al sentir las lágrimas del estadounidense, miro la comida el rostro lleno de lágrimas de USA y después se miro en el espejo que anteriormente el dueño del cuarto había descubierto. Soltó la cucharada asustado de si mismo, secos las lágrimas del mayor, limpio la comida de la cara, y con apuro desató sus manos.

Regreso la mirada al mayor que estaba fuera de si mientras seguía llorando. Hubiera pensado que estaba en shock de ser por las arcadas que comenzó a tener. No tardó en cargarlo para llevarlo al baño a vomitar, sosteniendole el pelo y dándole leves palmadas. Se quedó ahí con el hasta que terminó de vomitar para regresarlo a su cama, cambiando las sábanas llenas de comida por unas limpias. Lo arropó quitándole los lentes, notando sus ojos sin brillo, pero llenos de lágrimas.

Rus- U...USA...yo...- Trato de decir algo, disculparse, pero se sentía un imbécil, lo peor que podía existir.

USA- Estoy bien. - Dijo en un susurro, abrazándose a las cobijas. - Siempre estoy bien.

Rus- Se sentó junto a él acariciando su cabello, siempre le había gustado el cabello del mayor, azul con blanco de un lado, y Rojo con blanco del otro. Aunque el rojo predominaba más. Pero se dió cuenta de que no era sedoso y suave como se lo había imaginado, si no muy seco y parecía que se caería si lo jalaba solo un poco. - Perdón.

Ese día se quedó junto a él toda la tarde, no dijeron nada, solo el americano durmió mientras el ruso lo consolaba arrepintiendose de lo que había hecho, usando su celular debatiéndose en mandar un mensaje o no.

Necesito ayuda.

Estás libre mañana.

Ahora que hiciste?
















Pobre bebé USA.

Ay no me gusta hacerlo sufrir pero al mismo tiempo me gusta.

Lo publicó de una vez, es que no puedo dormir, volvió mi insomnio. Aiuda.

ªNØR3XĪÇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora