Can- Por favor, Austria, es importante.
Aus- Suspiró resignado. Abrió la puerta de su consultorio para dejar pasar al canadiense, quien sonrió agradecido antes de entrar. - Pero que sea rápido.
El canadiense tomó lugar en la silla de los pacientes, mientras que el austriaco se sentaba en la cama que tenía para las revisiones.
Aus- ¿Qué favor quieres y que ofreces a cambio? No me importan tus razones, quien esté involucrado y que tan grave esta, ve al punto. - Fue directo, sin dejar que el otro comenzara con lo una larga y tediosa explicación sobre sus problemas y que necesitaba medicamentos sin que OMS se diera cuenta y le avisara a ONU.
El canadiense ya se esperaba eso, Austria era alguien muy cruel y de mal temperamento, no ayudaba a nadie a menos que tuviera un beneficio, aun así, entre los tres doctores que había, él era quien más posibilidades tenia de romper las reglas del hospital, ya sea para ganar algo o para no perderlo.
Can- Necesito vitaminas para alguien que está en un grave grado de desnutrición y algo que calme el vómito para que coma, aunque sea un poco. - Explicó breve, omitiendo exactamente lo que el austriaco le dijo.
Aus- Eso es lo que quieres, ahora dime lo que yo quiero. - Le miró impaciente, frunciendo el ceño al notar lo nervioso que se estaba poniendo.
Can- Bueno, es que... en realidad no tengo nada que te importe. - Habló bajo y de forma tímida, comenzando a jugar con sus manos para esparcir sus nervios.
Aus- Entonces sa...
Can- Pero estuve pensando que, como tú le das medicamento, suero y material médico a Hungría, tal vez podrías hacerme el favor. - Dijo con el mismo tono tímido, pero alzando un poco la voz para poder interrumpirle antes de que lo corriera del consultorio.
El austriaco abrió con sorpresa los ojos, ahora siendo el quien se ponía nervioso ante la falsa sonrisa inocente del mayor.
Can- Sería una lástima que OMS y ONU se enteraran que tú y tu hermano viajan regularmente a Berlín transportando a encondidas todo lo que sacan del hospital. - Habló fingiendo tristeza, tratando de no reír por la expresión preocupada del contrario. Era extraño no verlo enojado, corriendo hacia un estante para comenzar a revisar con rapidez cada frasco que había. - La verdad desconozco en que lo usan, tendrán sus razones para hacerlo, aunque tampoco es como si me importara eso. Lo que si me importa es que mantengas tu imagen con nuestros queridos "jefes" ¿No lo crees?
El canadiense sonrió victorioso cuando el austriaco le extendió una bolsa con los medicamentos que pedía. Se veía alterado, su respiración era fuerte y sin ritmo, y las manos le temblaban. Tal vez quería golpearlo.
Aus- Solo toma las cosas y vete, vuelve si ocupas más.
Can- Muchas gracias, Austria, eres tan amable. - Se levantó, volviendo a su típica expresión inocente de siempre.
Aus- Sera mejor que lleves a esa persona con APA, el medicamento que te di puede que sirva, pero también puede que este tan mal que no se vea ninguna mejoría. - Escribía rápidamente en un papel, a pesar de que aún le temblaban las manos. - Hay para el dolor, náuseas, acidez, vitaminas y suplementos, aquí dice para qué es cada una y en que horario se toma.
Can- Gracias. - Dijo tomando el papel, tratando de leerlo, pero apenas y entendía una que otra palabra. - Y no te pongas tan nervioso, yo tengo el medicamento, tú tienes mi silencio, es lo justo. - Le dedico una última sonrisa al menor antes de salir.
Aus- Si, lo justo. - Dijo a la nada, sintiéndose más tranquilo sin la presencia del canadiense. Había escuchado que Canadá daba miedo, y hoy pudo comprobar que así era. Ahora tendría que cuidarse más cuando viajara a Berlín, y ya no trataría a Canadá como alguien ingenuo.
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ªNØR3XĪÇ
FanfictionAnorexia: Trastorno alimentario que provoca que la persona se obsesione con su peso y lo que ingiere. Quién diría que cierto americano sufriría de aquel trastorno. Rusia solo lo creyó cuando lo vio tirado en el suelo notando lo delgado que estaba...