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Día 62

Me equivoqué en el día cuando lo publique jsjsjsjsjs

Había extendido su visita en Alemania quedándose una semana completa. No tuvo nada que ver con Alemania y su crisis en el cementerio, o bueno, tal vez si influyo un poco, no quería dejarlo solo sin antes ver que su ánimo estaba mejor, así que lo acompaño un par de días, no hablaban mucho y solo fueron un par de horas, aun así, el alemán le agradeció cuando se despidió. Después hizo su típico recorrido por la ciudad visitando los lugares que solía frecuentar con Ali.

Pero en realidad él ya tenía planeado quedarse más tiempo para evitar los problemas que le esperaban en casa, necesitaba tiempo para pensar en lo que le diría a Kazajistán, en lo que haría cuando regresara a su casa y...no, eso ya estaba decidido, no tenía que seguir pensando en él.

Ahora tenía que enfrentar su primer conflicto.

Kaz- ¿Dónde estuviste estos días? Ni siquiera mandaste un mensaje de que llegarías una semana tarde.

Su hermano apenas y le dejo entrar a su casa, y cuando lo hizo lo sentó en el sofá y se paró frente a él cruzándose de brazos. Tendría que soportar el regaño que Kaz le proporcionaría.

Rus- Te mande un sticker para que supieras que seguía vivo. - Se había preocupado por los mensajes que le había mandado, nunca le vio tan preocupado como ese día, y decidió mandarle un sticker de un gatito levantando un pulgar. - Además tú sabes dónde estaba.

Kaz- Siempre te vas tres días, Rusia, no una semana entera ¡Y un maldito sticker no quita la apuración!

Se hundió en su lugar al escuchar el grito del kazajo. Esto es una de las cosas por las que no quería regresar con Kazajistán.

Rus- Suspiro rindiéndose ante la mirada del menor, que en vez de causarle miedo le preocupaba. Lo conocía tan bien que sabía que no estaba tan enojado, solo tenía miedo de lo que pudo haber pasado en el viaje. - Perdón, esta vez necesitaba quedarme unos días más.

Kaz- Avisa si lo vuelves a hacer, así no estaré preocupado pensando en que tu avión se cayó y buscando en las noticias si hubo accidentes en Berlín.

Había olvidado lo ansioso que podía ponerse su hermano. Con razón le había preguntado si lo habían atropellado.

Rus- Esta bien, papá.

Kaz- Ni menciones a papá, ha estado mandándome mensajes desde hace 4 días. - Se dejo caer a un lado de Rusia, soltando un largo suspiro mientras sacaba su celular. - Por lo menos lo calme un poco diciéndole que te quedarías más tiempo en Alemania, pero el piensa que regresaras a la casa. - Le dio el celular al mayor para que leyera los mensajes de preocupación de su padre. - Te puedes quedar todo el tiempo que quieras, pero sabes que no podre ocultarte por tanto tiempo.

Rus- Ya lo sé, pero no quiero regresar a casa. - Y menos lo haría al leer que su padre estaba preparando un castigo por no avisar que llegaría unos días tarde. Aunque se apuró un poco cuando vio que estaba preocupado por extraña decisión de quedarse más tiempo.

No podía regresar a casa hasta olvidar lo que había pasado en estos 2 meses. Sus ojos se llenaban de lágrimas cada vez que recordaba el día que se marchó y su mirada heterocromática que le veía preocupado mientras el cerraba la puerta.

Sintió como le sacudían el brazo haciéndole voltear con confusión encontrándose con la mirada asustado de su hermano.

Kaz- Te estaba hablando y no reaccionabas.

Rus- Perdón, vengo un poco cansado del viaje. - Recargo su cabeza en el respaldo del sillón, cerrando los ojos en un intento de detener sus lágrimas que amenazaban con salir.