Día 54

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Despertó sentándose de golpe en el sofá, había tenido otra pesadilla y buscaba con la mirada al causante de estás, suspirando aliviado al ver que estaba en la casa de su hermano. Y que este se encontraba mirándole asustado desde el pasillo.

Kaz- ¿Estás bien? - Preguntó acercándose al mayor para abrazarlo, solo sintiendo como recargaba su cabeza en su pecho. - ¿Tuviste una pesadilla?

Solo asintió abrazando los brazos del kazajo, volviendo a cerrar los ojos por el cansancio.

Kaz- ¿Qué te ocurre Rus? Apenas y dormiste 3 horas.

Rusia tembló abrazando mas fuerte a su hermano. Sentía como sus ojos se volvían a llenar de lágrimas, no podía dejar de pensar en USA, en lo que estaría haciendo, como estaría después de que le dijo a Canadá sobre su problema, si estaría comiendo y si por lo menos pensaba un poco en él.

Ahí iba de nuevo un sollozo saliendo desde su garganta que fue ahogado por su boca tomando un poco de aire. No podía evitarlo, aún tenía miedo y solo pensaba en que USA estuviera bien.

El kazajo miro con pena al tricolor, se sentía mal al no poder hacer nada, solo acompañándolo en su crisis. Se estaba desesperando, no sabía lo que le pasaba y eso volvía más difícil su intención de ayudarlo. Cada vez lo veía peor, era un completo extraño, ese no era el Rusia que conocía, aunque tenía una ligera sospecha de lo que pasaba.

Kaz- No te voy a obligar a hablar sobre lo que te pasa, así que no te esfuerces al pensar en que decirme. - Se sentó sin deshacer el abrazo, haciendo que el ruso se agachara. Era obvio que el problema tenis que ver con USA, pero conocía a Rusia y este siempre se ponía mal una temporada. - Ya casi es 9.

Rus- Lo había olvidado.

Siempre lo olvidaba, o eso solía decir, pero cada año era lo mismo, tenían que ir a la casa de su hermano mayor para tratar de subirle el animo, organizaban comidas y cenas en familia, a veces se quedaban a dormir y dejaban que Rusia preparará el desayuno, y le molestaban y entretenían todo el día, así hasta que un día se iba de viaje por 3 días, regresando cono el mismo Rusia de siempre

Debió de empezar a ponerse rato desde hace 1 o 2 semanas, pero lo había notado tan normal, pero si parecer este año su crisis empeoró.

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Can- Merica, come aunque sea un poco. - Tenía el plato en sus manos con unos dulces waffles con mucha pero mucha azúcar, como le gustaban a su hermano, pero este ni siquiera los miraba.

USA- No tengo hambre, Can. - Veía a la nada mientras abrazaba sus piernas, había llorado toda la noche y ya ni tenía más fuerzas. - Estoy muy cansado, tal vez coma cuando despierte. - Dijo para tranquilizar a su hermano, quien le sonrió no muy convencido pero creyendo en sus palabras, por lo menos por hoy.

Can- Voy a mi casa por mis cosas, no tardare mucho, voy a pedir ayuda para que no sea tan pesada la mudanza. - Dejo el plato a un lado, tomando la mano de su hermano en un fallido intento de llamar la atención. - No tardo, y recuerda que mañana tenemos junta con ONU, hablaré con él para notificarle de la mudanza.

USA asintió sin voltear ni un poco a su dirección. Mañana era la junta y tal vez podría ver a Rusia y hablar con el, no sin antes golpearlo harta que se arrepienta.























Tengo tanto sueño que ya ni se que estoy escribiendo como nota.

ªNØR3XĪÇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora