Día 52

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Los dos estaban de buen humor, más de lo habitual. Rusia había dormido bien después de varios días con pesadillas, además de que el miedo que el día anterior había experimentado se había esfumado y tenía esa sensación de alivio y emoción de ver al americano sin pensar en la estimarlo. Mientras que USA no aguantaba las ganas de volver a ver al ruso, la semana pasada logro un gran avance en su plan de conquista y si las cosas iban bien esta semana lo terminaría, solo si Rusia cooperaba.

Rus- Deja de sonreír así. - Reclamó con un sonrojo notable y un nerviosismo nada disimulado.

USA- ¿Enserio quieres que deje de hacerlo? - Se acercó al ruso poniéndolo aún más nervioso cuando sus rostros estuvieron a centímetros de juntarse.

Rus- Enserio quiero que lo hagas. - Por dios, obviamente no quería, pero reunió toda la fuerza que tenía para apartarlo lo suficientemente lejos. - Ahora quítate la ropa y súbete a la báscula.

Bien, iba a ser difícil que Rusia cooperara, pero no imposible, ¿cierto?

USA- No pensé que fueras tan cruel después de haberte marchado el otro día sin decir ni una palabra. - Comenzó a quitarse la ropa sin dejar de mirar al ruso, sin embargo, este aparto la mirada.

Rus- Ya te pedí perdón por eso. - Su mirada estaba en el suelo, pero aun así se notaba lo fastidiado que estaba por ese tema, américa se había encargado de recordárselo unas 100 veces desde ayer.

USA- ¿Por qué no me lo dices a la cara?

El ruso negó frenéticamente, no solo porque no quería ver al estadounidense, sino porque no planeaba dar 101 disculpa.

USA- Bien, pero será mejor que hagas un buen postre para disculparte correctamente.

Plan de conquista del ruso, fase cooperación. Resultado: fracaso.

USA- Ya terminé.

Rio por lo bajo cuando Rusia volteo a verlo como si nada, era realmente divertido verlo nervioso cuando comenzaba a quitarse la ropa frente a él, pero podía actuar como si nada al estar en ropa interior, tal vez se había acostumbrado, pero aun así era gracioso.

Subió a la báscula, aquel objeto tan simple pero que le causaba terror. Aun se sentía extraño por estar comiendo y subiendo de peso, y más con un cuerpo como el suyo, con un poco de comida ya aumentaba de peso (o eso sentía él). Pero desde que rusia le ayudo ese sentimiento comenzó a disminuir. El miedo que ahora sentía era por no cumplir la meta, por ver que en realidad bajo de peso. Rusia era feliz cuando los numero de la báscula eran buenos, Rusia sonreía por verlo comer lo que a él le gustaba, no lo criticaba, ya no se burlaba, le cumplía casi cualquier capricho que le pedía, no le importaba como se veía, solo que estuviera feliz. Rusia lo acepto cuando el mismo no lo hacía y le ayudo a hacerlo.

Rus- Ame, ame ¿estas bien?

Parpadeo un par de veces, asustándose al ver al ruso frente a él con una expresión preocupada. Solo sonrió tomándole de las mejillas para acercarlo y darle un beso en la frente.

USA- Estoy perfectamente bien. - Sonrió ampliamente al ver el rostro del menor completamente rojo. - ¿Cuánto pese?

Rus- Ah...si l...la báscula, tú... tú, el peso...- Ya no podía más. Esa sonrisa lo estaba volviendo loco, y esos ojos ¡dios, esos malditos y hermosos ojos! Sabía que lo estaba haciendo a propósito, lo estaba tentando y él estaba cayendo. Se golpeo el pecho mientras fingía toser para poder recuperarse un poco. - Pesaste 61.7, es...es mejor de lo que esperaba y... pues, ya sabes, puedes pedirme lo que quieras. - Se sentó en la cama para tomar a gorky (se le había olvidado el otro día), quería distraerse y no mirar mucho al mayor.

ªNØR3XĪÇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora