Día 22

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Más que cansado, estaba fastidiado. Descansando en el comedor de la casa del americano, se había levantado temprano para ir a la casa de sus hermanos y también para llegar temprano a la casa de USA.

Toda la mañana estuvo soportando las burlas y comentarios sobre su supuesto enamoramiento, junto con uno que otro comentario sobre lo malo que era para preparar postres.

Pero lo logro. Traía consigo el famosos pastel de miel, el favorito de su padre, (para su padre todos los postres eran sus favoritos) por eso había guardado un poco para cuando llegara a su casa. Por ahora solo dejaría aquel postre en la mesa y prepararía un desayuno simple, un huevo estrellado, solo eso por qué sabía que América no comería más. Ni siquiera sabía si se comería el huevo completo.

No perdió tiempo y comenzó a cocinar con entusiasmo tratando de pensar que todo saldría bien y que USA comería con esa sonrisa que le alegraba el día. Odiaba eso, odiaba empezar a querer cada facción del mayor, sus labios, su risa, su cabello, su piel, y sobretodo sus ojos.

También odiaba el hecho de que la mayor parte de la noche se la paso recordando las palabras que el estadounidense le dijo, mandándole una indirecta muy directa. No sabía cómo afrontarlo por qué tampoco sabía si era verdad lo que suponía que significaron esas palabras, y solo se le ocurrió hacer como si nunca lo hubiera escuchado.

Para él eso nunca había pasado.

O eso pensaba antes de escuchar al mayor bajando las escaleras. Su corazón se aceleró y su rostro se puso rojo, trato de controlarse haciendo que su cara no se viera tan roja, pero la vida enserio lo odiaba, por qué al voltear a saludar lo encontró justo frente a él con una expresión preocupada. Este tomo sus manos y el sonrojo regreso a sus mejillas, solo el tacto del mayor lo puso así, y eso que apenas empezaba el día.

USA- Enserio te quemaste - Dijo preocupado notando las pequeñas y no tan graves quemaduras en sus dedos.

Rus- S...si. - Solo se dejó tocar, le producía cosquillas dentro junto con una cálida sensación en el pecho, tal vez era un mini infarto. - USA, estoy haciendo de comer. - Dijo para evitar que el mini infarto se convirtiera en uno real.

USA- Oh, si, perdón, es que me quedé preocupado, tus hermanos parecían reírse pero el mensaje que les mando tu papá no parecía broma.

Rus- Mi papá suele exagerar las cosas para burlarse. - Puso el plato frente al mayor viendo su cara de disgusto. - Y mis hermanos le siguen la corriente, como lo que pasó ayer. - Se sentó frente a él esperando que comenzará a comer.

USA- Rusia. - Llamo tomando el tenedor, pero para jugar con este. - Quería hablar sobre lo de ayer.

Obviamente se puso nervioso, sus manos comenzaron a sudar y sus ojos no podían ver al mayor. No tenía idea de que responder ni cómo actuar. Lo único que podía pensar era en salir corriendo.

USA- No e podido dejar de pensar...- Listo, su plan era salir corriendo de ahí. - En que USSR te enseño a hacer postres, no puedo imaginarmelo cocinando.

Rus- Ah, era eso. - Su alma volvió al cuerpo, estaba aliviado y al mismo tiempo decepcionado, una pequeñísima parte de el quería escuchar la confesión del americano. - A mí papá le encantan las cosas dulces, es una pequeña adicción que nunca entendí.

USA- Pues tú padre y yo compartimos esa adicción, por qué solo estoy comiendo para probar ese pastel. - Apunto con en tenedor al medovik.

Sonrió de lado por aquel comentario, aunque estaba sorprendido por el cambio en la actitud de USA por los postres. Tal vez si tenía una adicción.


















Ya se me andaba olvidando publicar esta cosa, jsjsjsjs.

ªNØR3XĪÇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora