Capitulo 1

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MARIZZA

El estruendo del trueno resuena en el cielo oscuro cubierto por nubes gris oscuro que dominan este lugar, donde el único sonido son las lágrimas y la lluvia que cae poco a poco sobre estos numerosos paraguas negros, sobre el asfalto y sobre las numerosas lápidas que nos rodean.

Medio cierro los ojos por enésima vez sintiendo esas atroces lágrimas llenas de dolor deslizarse por mi rostro hasta que sollocé en el esfuerzo por contener el dolor que me hace quedarme aquí, frente a dos ataúdes listos para ser enterrados en el suelo.

Escucho que la voz del sacerdote se hace cada vez más fuerte para dominar el sonido de la lluvia cada vez más fuerte mientras lentamente termina la mini misa aquí en el cementerio.

Me tapé la boca con la mano y seguí llorando en silencio llegando al límite de la resistencia.

Este evento es demasiado terrible para mis ojos ...

Mis dos amigos ...

Mi mejor amiga dentro de esa caja de madera inútil y maldita desaparece por completo de mi vista.

Sigo sufriendo, llevándome incluso la mano al corazón, que está a punto de estallar de dolor, mientras aprieto violentamente la camisa negra ahora mojada por la lluvia que sube por el viento repentino.

Todos los presentes siguen llorando sin cesar mientras yo sufro fuertes conmociones en el corazón por este trauma de estar aquí para presenciar la maldita realidad que me ha arrebatado una parte importante de mi pasado.

Dejo caer el paraguas al suelo, ahora unificado por el viento, dejando que la lluvia atraviese por completo mi ropa negra, finalmente llevándome las manos mojadas a la cara donde hundo los dedos por esta agonía.

Sacudo mi cara para no hacerlo más ... sintiendo, no solo mi cabeza estallar de dolor a fuerza de contener las lágrimas, sino también una mano cálida y grande para descansar en mi hombro ahora empapado.

Cierro los ojos y sigo manteniendo mi rostro cubierto con mis manos, me sumerjo en los brazos del único individuo al que ahora quiero al lado, sintiendo lentamente su brazo rodeando mi cuerpo mientras con el otro sostiene el paraguas, evitando la lluvia para mojarme más.

Hundo mi rostro en su enorme pecho, ahuyentando todo mi dolor mientras lentamente coloco mis manos en su espalda, hundiendo mis uñas en su chaqueta negra.

-Desahógate ...  Desahógate por completo ... Marizza- me dice Pablo

Sigo llorando sin cesar quedándome en sus brazos sintiéndome al mismo tiempo a gusto mientras con el rabillo del ojo observo la escena del entierro hasta que el funeral llega a su fin y poco a poco la gente se va entre lágrimas quedando solo yo, mis dos mejores amigos y Pablo ... que todavía me sostiene en sus brazos.

Entrecierro los ojos mientras más lágrimas se deslizan por la decisión de separarme lentamente de él para dejar un montón afuera en las lápidas.

Mordiéndome el labio, agarro las flores favoritas de los muertos y me arrodillo en el suelo húmedo, ahora mirando sus fotos.

-Lujan…Marcos…

Con los ojos rojos y llenos de lágrimas, miro lo único que me queda de mis amigos: sus fotos.

Agacho la cabeza y me quedo sentada de rodillas mientras la lluvia deja de caer lentamente, provocando un silencio total, de lo contrario el agua gotea de las plantas.

-Marizza ... estás mojada ... ¿Por qué no nos vamos a casa?- me dice Mía

La chica de cabello largo, rubio y ondulado coloca su pequeña y delicada mano sobre mi hombro, acariciándolo suavemente mientras yo, entrecerrando los ojos por enésima vez, trato de levantarme para seguir su consejo.

DAME TU CALOR.....SWEET BABYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora