DAME TU CALOR.....SWEET BABY

Maraton Crucero 10/X

MARIZZA

-¿Cuándo terminará esta tortura ...?

Con voz débil pronuncio estas palabras seguidas de un largo suspiro, ahuyentando toda la tensión acumulada por su proximidad.

Se fue después de darme la presión de dispararme sin mencionar el corazón.

Cierro los ojos tratando de empujar esos dos cristales completamente azules de mi mente para hacer que mi sangre se "derrita".

Envío mi cabeza hacia atrás poniendo las cosas en orden en mi cabeza.

- ¡Soy realmente estúpida!- digo con amargura

Estaba aquí, a centímetros de mi cara.

Simplemente podría eliminar la distancia, decirle lo que siento rozando sus labios y acabar con esta tortura.

Pero estoy aquí ... completamente todavía mirando al cielo que gradualmente se oscurece como una pobre idiota.

Podría seguirlo, saltar sobre sus hombros y gritarle al mundo para sentir lo que él siente por mí.

Me odio a mí misma, odio mis impulsos extraños, odio mi temperamento, odio cada elección que hago.

¿Elijo olvidarlo pasando tiempo con otro chico? Esta mal.

¿Elijo escucharlo? Está mal.

¿Elijo preguntarle sobre Megan? Está mal.

Todo lo que haga terminará mal.

No sé si creerle o no sobre esa chica.

Sin embargo, la primera vez que la vi charlando con él, un extraño escalofrío recorrió mi espalda, como si esa chica me trajera algún problema en el futuro.

¿Será qué estarán hablando ahora mis celos? Quizás..

Me separo lentamente de la barandilla y me doy cuenta solo ahora de que he perdido el sol poniente.

Agacho la cabeza y amargada por este otro paseo por el barco escuchando la voz de la capitana hablando por los altavoces, advirtiendo a los pasajeros que en unos minutos se servirá la cena en el salón principal del barco.
Así que por favor tome asiento como le plazca.

Suspiro mientras miro a las personas que están llenas de alegría, ya que han puesto un pie en este barco, ya que se dirigen felices a sus camarotes para vestirse bien.

Sigo caminando por los balcones del barco, sin poder hacer nada más que admirar el mar hasta que ahora la noche lo envuelve todo con su oscuridad.

Abro la habitación de mi camarote escuchando el sonido del agua corriendo en el baño que se detiene a los pocos minutos.

Me acerco a la cama, quedándome en silencio para dejar la maleta en el suelo, desordenada desde esta mañana.

-¡Qué mal día!

Me tiro en la cama apoyando la espalda contra el cabecera de la cama observando el resto de la habitación notando que no falta ni un solo accesorio.

Esta naviera atiende cualquier eventualidad del pasajero.

Lujan y Marcos han elegido un barco realmente bueno.

Sonrio por el pensamiento que me recuerda a ellos.

Cuánto los extraño ...

Me quedo mirando el celular cuando Jazmín también me viene a la mente leyendo la línea de mensajes de Mia advirtiéndome que no he tenido ningún problema hoy.