MARATÓN 1/3

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MARIZZA

Continuamos con la discusión de la cama hasta que dice esas fatigosas frases:

-Lo único que haces es criticar a todas las mujeres con las que estoy .. ¿Me sigues queriendo tanto por eso me ladras a cada segundo?- dice arqueando la ceja

-¡No ladro, ni siento nada por ti!

-¡Enséñame que ya no me quieres! Pruébamelo ..

No puedo creer lo que han escuchado mis oídos y sobre todo ver mis ojos.

Mi corazón comienza a latir incesantemente cuando lo veo avanzar lentamente haciendo que mi cuerpo automáticamente retroceda tratando de apartar la mirada de esos ojos irresistibles, en los que cada vez que me reflejo me pierdo en ellos.

Como un completo idiota, siento ese fatídico y maldito muro a mis espaldas como una señal de que he caído en su trampa.

Pone sus manos en la pared con mi cara en el medio que está muy cerca de la suya, tanto que puedo escuchar su respiración.

Agacha la cabeza lo suficiente para rozar su nariz con la mía, dejándome anonadado aún más.

Dios mío, ¿por qué este tipo me hace esto?!?

-Empujame .. me dice con voz débil- Si no quieres que pase lo que piensas ... alejame de ti.

No aparta la mirada de mis ojos, que tiemblan por la agitación que me produce esta inesperada cercanía.

-N-n-no ... quiero ...

Pronuncio esta frase al escuchar mi voz temblar y luego ver sus ojos celestes dilatarse lentamente.

-¿Qué ..?

Me hace esta pregunta con aire confuso, haciéndome aprender sobre la marcha que está entendiendo garbanzos por frijoles así que, apretando la mandíbula, tomo el coraje de decirle la frase que durante mucho tiempo quiso salir de mi boca.

-¡No quiero… unirme a tu larga lista de mujeres!

Y aquí, volviendo a mí, recupero el control de mis acciones y colocando mis manos sobre su enorme pecho lo empujo lejos de mi cuerpo, finalmente logrando sentir mi corazón disminuir en latidos.

-Aunque así quisieras, nunca entrarías.

Él me muestra esa sonrisa complacida suya, finalmente dándome la espalda mientras sale de esta habitación mientras permanezco inmóvil todavía pegada a la pared, molesta por esta última frase.

En voz baja- Eso ... ¡es seguro!

Entrecierro los ojos y suspiro de alivio mientras me dejo deslizar por la pared sentada en el suelo donde apoyo la cabeza en mis rodillas, pensando en lo cerca que estaban sus labios carnosos y sobre todo en cuánto nos arriesgamos a perder la cabeza. uno al otro.

Besos apasionados pero vacíos de sentimientos había muchos, tanto que perdí el control, y no puedo encontrar una explicación por qué esta vez se abstuvo de ridiculizarme.

Con voz débil- ¡Maldita sea!

Me golpeo la cabeza varias veces en mis propias rodillas maldiciendo todo y a todos hasta que escucho el grito de Jazmín que me devuelve a la realidad.

Sacudo mi cabeza secándome esas pocas lágrimas, debido al nerviosismo, que estaba a punto de deslizarme por mis mejillas y luego me levanto y nos dirijo hacia Jazmín que tiene un juguete roto en su mano.

-Oye ... ¿qué pasó?

Me arrodillo frente a ella tratando de averiguar qué pasó.

-uaa !!!

DAME TU CALOR.....SWEET BABYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora