Capitulo 23

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MARIZZA

Una luz extraña me está cegando los ojos y en cuanto tiendo a abrirlos lentamente noto que el sol entra por las ventanas que quedan al descubierto sin correr la cortina oscura.

-¡Maldita sea, porque iluminas tanto!

Con voz soñolienta maldigo a ese pobre sol que hace su "deber" allá afuera, que es despertar al mundo entero.

Extiendo mi mano, al menos cubriéndome los ojos de los rayos del sol, pudiendo finalmente abrirlos por completo, notando que extrañamente estoy en otra habitación.

-Pero qué ... carajo hago acá?

Confundida, miro a mi alrededor después de frotarme los ojos y tan pronto como reconozco la habitación me incorporo lentamente.

Estoy segura de que no me metí en la cama anoche.

Miro a mi lado, notando que las sábanas están bien planchadas, por lo que excluyo cualquier presencia de intrusos.

Lo que me tranquiliza es saber que nadie, mientras dormía en el sofá, se aprovechó de mí.

El único que podría ponerme aquí es solo Pablo.

Me tapé la cara con la mano tratando de despertarme para enfrentar este otro día opresivo.

Soplo no pudiendo tomar más de este sol así que, sin escuchar ningún llanto, me dirijo al baño de la habitación, encerrándome en él, para enjuagarme la cara y refrescarme con una ducha fría muy rápida.

Ni siquiera paso 10 minutos lavándome y secándome y una vez que entro al vestidor, tomo el primer traje que agregué al armario anoche.

Me puse una gorra ajustada y una camiseta sin mangas para mantenerme fresca en este día que ya hace mucho calor en las primeras horas de la mañana.

Me miro en el espejo donde también se refleja la mesita de noche, notando el brillo del collar colocado justo antes de tomar una ducha.

Me vuelvo a su lado y acercándome decido ponerlo en el cajón de mi mesita de noche.

-Te quedarás aquí por hoy ...

Al cerrar el cajón, tomo la decisión correcta, ya que me fue imposible esconderlo dentro de la camisa ya que estoy usando una camiseta sin mangas.

En la cocina llegan varios ruidos de ollas tan acosado por esta mierda que voy con un paso suave donde encuentro a Jazmin, sentada en la sillita mientras se golpea constantemente las manos en la leche derramada, y Pablo se mata con un simple e inofensivo brindis.

-Que ... ¡¿¡MIÉRCOLES ESTÁ SUCEDIENDO AQUÍ!?! ??!

Subo el tono, finalmente llamando la atención de Pablo quien de repente vuelve su mirada hacia mí como si lo hubiera atrapado infraganti.

-Hola ..- sonriendo nerviosamente- ¡Buen Día!

-¡Buen día un pomelo!- digo poniendo mis manos en mis caderas- ¡¿Qué estás haciendo! ??!?- digo de forma autoritaria

-¿No ves? ¡Estoy tostando pan para el desayuno!- me mira fijamente mientras sigue haciendo clic en el botón como un psicópata- Ves? ...- con una sonrisa falsa- ¡Entiendes!

Poniendo los ojos en blanco y negando con la cabeza, dejo escapar un suspiro y, cargándome de paciencia, me acerco a él para empujarlo y tomar la tostadora en la mano.

-¡Fuera de aquí! Mira lo que has hecho !!- señalando la migas quemadas que estaban por todas partes- ¿Has decidido regar la casa con leche ??

Pablo sorprendido- Ah, ¿y entonces vas a cocinar ahora también? Interesante..

DAME TU CALOR.....SWEET BABYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora