DAME TU CALOR.....SWEET BABY

Capitulo 40

PABLO

Seguíamos sentados en el sillón, no se cuanto tiempo estuvimos hablando, pero con ellos siempre se estaba cómodo, teníamos tantas cosas vividas juntas que eramos familia e inseparables.

Estaba perdido en mis pensamos hasta que escucho a Mia hablar

-¿Está la niña en la casa?

-No, la vaquita esta con el padre de Marcos.

-¿Por cuánto tiempo?

-Bha hasta que Marizza se recupere por completo.

- ¿Quiero decir nunca?- pone una media sonrisa- ¡Jaz no podrá quedarse con él por mucho tiempo! No deja de ser una persona mayor.

-Si quieres, un día Mia y yo podríamos quedárnosla- dice Manu encogiéndose de hombros- ¿Qué piensas?

-Sí ... sería una gran idea ...- digo yo

- Si no tuviéramos al abogado sobre nuestros hombros- dice Marizza interrumpiéndonos- Ese individuo en cualquier momento podría enviarnos trabajadores sociales para comprobar cómo cuidamos a la niña.

-Por ahora estamos tranquilos. El padre de Marcos le advirtió del incidente.

-¿Ah si?- pregunta Mía

-Si- le confirmo

-¿Y qué le dijo?- preguntó Marizza

-Le dijo que mientras sea por un par de días estará bien. Siempre y cuando Jaz no esté con un anciano por mucho tiempo.

-Bueno, sí ... después de todo, no es responsable dejar a la niña en manos de un anciano- con actos melodramáticos. ¿Te imaginas si ese pobre hombre, se cae y no poder levantarse más?

Se lleva la mano a la boca imaginando lo inimaginable perturbando así el silencio de Marizza.

-¡Dios mío! Mía ya estoy tensa como una cuerda ahora ¿vienes aquí a contarme estas cosas? ¡Eres verdaderamente una decerebrada!

-¡Por primera vez estoy de acuerdo con Marizza!

-Pero solo digo la verdad ...

-¡Mía!

La miro a los ojos para que deje de molestar a Marizza que está jugando con sus dedos por la preocupación.

-Pero no pensamos en eso ahora. Ella ha estado con su abuelo todo este tiempo, ¿por que no podria ahora?

Como siempre, Manuel consigue levantar el ánimo a Marizza, quien finalmente nos muestra una mini sonrisa, dejando a un lado la preocupación hasta que veo a Mia levantarse con una sonrisa, como si no hubiera hecho nada.

-¡Bien! ¡Pablo ayer en el hospital me dijiste que tenías muchas bolrtas para pagar que entregarme!

-¿Pero cómo no fue Pablo a pagarlas al final? ¡Mira, podrían cortar la luz en cualquier momento!

-No te preocupes Marizza. Trabajando en la oficina de correos, pude cambiar la fecha límite- dice Manu guiñándole un ojo

-¿Y crees que te iba a dejar en el hospital para pagar una boleta sin saber cómo estabas realmente?- digo sorprendido por su reacción

-Pft ... ¡la preocupación no es tu punto fuerte!- dice murmurando

-¡De todos modos! ¡Pablito, dame todo lo que necesito! ¡Y por supuesto el dinero!- dice riendo- ¡Yo desperdicio el mío solo en las compras!

Ella divinamente mueve su largo cabello rubio mientras yo, negando con la cabeza, insinúo una sonrisa y finalmente le entrego todas las boletas.

- Gracias pero realmente .. Mia no hay necesidad! Iré tarde o temprano- le digo