70) Galanes y papacitos.

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No lo puedo creer. Bethany llevaba un vestido rojo con un gran escote y yo me pregunto, ¿Por qué le gusta mostrar tanto? O más bien, ¿Qué es lo que quiere mostrar? No obstante, eso no era lo peor. Lo terrible era que, para mí presentación de talento yo voy a usar un vestido rojo y tenía pensado quedarme vestida con él a partir de ese momento. A la mierda, hay más chicas vestidas de rojo y no debería importarme la linda ex de Harley.

Terminé yendo hacia los camerinos para revisar todo y tratar de olvidarme de las Celebridades ahí afuera. Lo malo, no pude evitarlo y volví a mirar en su dirección. Esta vez, La Nata Dunn y sus cachorras estaban junto a las dichosas celebridades. No olvido cómo se dieron gusto dándome su par de bofetadas aquella vez y cómo silenciosamente, me advierten que debo tener cuidado de ellas.

Silvia Collins, entró con un lindo vestido azul y celeste, y su cabello rubio en un peinado suelto, pero impecable.

—Estoy nerviosa —soltó a penas me vio.

—También yo —admití.

—No, no, no. Tú deberías decir: no deberías estar nerviosa. No hay por qué. ¡No deberías decir que tú estás nerviosa! ¡Tú no eres de las nerviosas! ¡Yo sí! Deberías decir que no importa si mi abuela, mi hermano y mis papás estarán observándome... Deberías tratar de...

—Okay, okay, okay —la tomé del brazo y prácticamente puse un dedo en su boca para callarla. —Todo saldrá bien. Eres muy buena en las exposiciones. Ahora solo imagina que vas a exponer y olvídate de lo demás. Lo harás increíble.

—Lo intentaré —expresó, asintiendo frenéticamente.

—Genial. Y si tienes dudas, nosotros estaremos contigo. Tu tranquila.

Al regresar con mi padre, luego de hablar con los profesores de Talleres y los profesores dirigentes, él ya se encontraba acompañado. Mi tío Jerry y mi tía Pepper se encontraban sentados junto a él.

—Están guapísimos —elogié a mis tíos.

El vestido fucsia, o quizá una mezcla con un violeta muy oscuro, que ella llevaba, no era muy ceñido, y no me sorprendía verla con colores fuertes, ya que era una característica suya. Estaba radiante Igual que mi tío con su esmoquin oscuro, como el de mi padre.

—Y tu estas verdaderamente preciosa —Ella pasó su mano por mi mejilla.

—Hermosa —comentó mi tío.

—Salí a mi mamá —me atreví a decir y evité por completo mirar a mi padre.

—Y también estás loquita —remató él.

—Salí a mi papá —Me reí. —¿Y los mellizos?

—Jezabel y Skyler fueron al baño. Maxxis no...

Alguien hincó mis costillas por detrás, callando a mi tía, y me obligó a dar un brinco cuando dijo: —¡Lola!

—¡Carlos! —Mi compañero en el Consejo Estudiantil se reía de mí, mientras yo llevaba una mano a mi pecho. El traje del moreno era un tono azul oscuro y llevaba su cabello peinado como típico niño bueno. Me tomará toda la noche acostumbrarme a verle la frente. ¿Será que Harley se peina diferente hoy? ¡Agh! ¿Por qué no llega aún? El enorme salón se llena de a poco y mi novio no asoma ni las narices. —Aquí tienes tus notas.

—Gracias —Agarré los papeles que me entregó y me dispuse a observarlos cuando se fue.

Mi tía, mi abuela, Trenton y mi guapísimo hermano, llegaron y fueron ubicados en una mesa continua a la nuestra. Tanto, que el asiento dispuesto para mi hermano, quedaba de espaldas al mío. A veces siento que la vida es muy cruel, ya que, incluso en ocasiones como estas, Evan me da la espalda. Todos están tan hermosos, y parecen verdaderas estrellas. Me encantaría aferrarme al brazo de Evan y orgullosa caminar junto a él por todo el salón. Que todas las jodidas chicas de este colegio babeen, y yo, con la frente en alto, no darles oportunidad de que siquiera miren a MI hermano.

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