58) Dejamos buena propina.

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—Aquí no es parque, aquí no es parque, jovencitos —la voz del profesor Brooks me alejó de sus labios—. Sepárense.

Sonriente, Harley me liberó y se rascó la cabeza, un poco avergonzado, igual que yo.

—Lo siento profesor Brooks —soltamos al unísono. Nos miramos de reojo por la sincronización de las palabras y se me escapó una risita.

—No vuelve a pasar —habló el R.

Me tomó de la mano y me llevó con dirección a la cafetería. No obstante, mi grupo de amigos y el suyo nos esperaban unos metros más allá, atónitos, confundidos, creo que emocionados y hasta con la boca abierta por el espectáculo brindado.

Lo malo: no estaban juntos. Los 3R estaban separados de mis amigos.

—Hablaré con ellos —susurró Harley, me echó una breve mirada y soltó mi mano para irse con ellos.

Al pasar junto a mis amigos, asintió con la cabeza hacia ellos y en respuesta sólo obtuvo expresiones de sorpresa y ligeros asentimientos. Sin embargo, no me pasó desapercibida la mala cara de mi prima hacia él y hacia mí. <¿Qué le ocurría?>.

Tomé aire y me acerqué con cautela.

—Hola —hablé tímida cuando llegué hasta ellos.

—¿Qué significa eso? —Era la primera vez que veía a Jezabel tan confundida. Ella no sabía si reírse, balbucear o agarrarme de los cabellos.

Chloe sonriente, me preguntó: —¿Están juntos de nuevo?

¿Qué puedo decir? Me limité a asentir con la cabeza y a aguantar sus codazos y agarradas de mejillas para molestarme por no dejar de sonreír.

En la cafetería ocupamos el mismo lugar de siempre, aquella mesa junto a la enorme pared de vidrio que nos permitía mirar hacia afuera.

Y los R, su típico lugar un par de mesas más allá. Barbie se encontraba junto a ellos y cuando me descubrió observándola, ella me sonrió emocionada y me saludó con una mano. Le devolví el gesto de igual manera y proseguí a mirar a su hermano, sentado a su lado.

Él ya me estaba observando.

Quería correr hacia él y besarlo de nuevo. No creí que estar enamorada sería tan empalagoso, pero ni siquiera me molesta el pensar en que quiero estar pegada a él lo que más se pueda.

—Okay, no puedo más con esto —Luigi habló de pronto y llamó mi atención—. Bebé, quieres ir y estar con él, lo entendemos. Entonces... ¡Hazlo! ¿Qué te detiene?

No podía responder a eso, aunque sabía perfectamente lo que quería decirles.

—No se preocupen, estoy bien aquí. Ya nos reuniremos luego —solté demasiado de prisa.

—Yo lo diré por ti mi querida señorita que no baja de las nubes —Jezabel colocó su mano sobre la mía y habló como madre comprensiva. Entonces mirando a los demás, soltó sin rodeos. —Ella no irá, porque no quiere dejarnos.

—A Brika le gustaría que estemos todos juntos —terminó Shawn.

—Ella cree que sería como obligarnos —Maxxis pegó su barbilla al hombro de su novia y me miró serio.

¡De pronto todos me observaban serios! Y fui obligada a mirar mis manos sobre mis piernas y a jugar con mis dedos.

—Yo... yo no... es que.... —No podía mirarlos y, sobre todo, no podía pedirles eso. —No tienen que...

Entonces todos, excepto Skyler, comenzaron a reírse y por inercia levanté la cabeza.

—Brika —musitó Jezabel—, no tienes que obligarnos a nada, sería un gusto para nosotros estar todos juntos. No sólo por ti.

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