72) Descansa en paz.

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(Statham)

Roger me llevó hasta el estacionamiento y me pregunté si éste sería el final de mis días. ¿Qué tiene que hablar conmigo? Entiendo que la canción fue demasiado directa, pero me importa un carajo si le molestó.

Se detuvo junto a mi Dodge Challenger con las manos en los bolsillos, mirándolo fijamente y una parte de mí, tuvo una idea de lo que diría a continuación.

—Yo tenía uno igual —comentó nostálgico—. De seguro mi hija ya te lo contó. —Un paso más atrás, en la misma postura que él, observé mi auto y dejé que siga hablando. —En un par de segundos quedó en la nada y fue la última vez que conduje un auto veloz.

—No fue culpa de Brika —solté a la defensiva, girándome hacía él. Sin embargo, Roger aún me daba la espalda y continuaba analizando mi auto.

—Lo sé —Su respuesta me sorprendió, y a su vez, me sacó de mis casillas. Si sabe que no fue culpa de ella, ¿por qué la ha tratado tan mal durante todos estos años?

Comencé a negar con la cabeza conforme tomaba aire y trataba de no soltarle mierdas al padre de mi novia.

—¿Por qué? —Tenía que saberlo. Inhalar y exhalar no ayudaba, y exploté hacia él sin importar cuán directo o sin tacto parezca. —¿Por qué si sabe que NO fue su culpa se empeña en tratarla como si no mereciera ser feliz? Como si fuese la peor escoria del mundo y no merece siquiera respirar su mismo aire. E impulsó a la mierda de su hijo a tratarla de la misma manera. ¡Maldición, es su hija! ¡No una asesina a sueldo! —Ya no podía detenerme y quizá más tarde me arrepienta. No obstante, ya me miraba de frente y de alguna manera trataba de hacerle ver la realidad con cada palabra que le lanzaba.

—Ella tiene sentimientos, ¿sabe? ¡Sufre por usted, por su hermana, por el imbécil de su hijo y por todos los McVey Lí! Y a pesar de todo... ¡Es un impactante sol en su triste vida y usted se esmera en apagar su luz cada vez que la tiene cerca! ¡Ella daría la vida por su familia si tuviese que hacerlo! ¡Y usted no se da cuenta de la increíble hija que tiene! ¡Demonios! ¡Ella no tuvo la culpa de que su esposa perdiera la vida en ese accidente! ¡En un Dodge igual a este y casualmente a gran velocidad! ¡Ella merece ser feliz! ¡Su familia algún día colapsará y será todo su culpa! Debe dejarla ir. ¡Acepte la realidad de una maldita vez y deje descansar en paz a su esposa! ¡BRIKA NO MATÓ A JULIET LÍ!

Los manos de Roger formaban puños a los costados y esperé que explotara contra mí. Su boca formaba una dura línea y no sabía si se largaría a llorar, me golpearía o me gritaría.

Debía calmarme y lastimosamente no podía. Si tanto amó la velocidad, hay algo que tal vez calme sus nervios ahora. Saqué de mi bolsillo las llaves de mi Dodge y las coloqué en su mano con fuerza.

No le di tiempo a reprochar, cuando dije "Usted conduce" y rodeé el Challenger para subirme en el asiento del copiloto. Esperé un momento a que procese todo y decida. O bien me lanza las llaves, o se sube y conduce.

No fue hasta que aceleró el Dodge y salíamos del American, que me di cuenta de la situación. Roger McVey volvía a conducir un auto veloz y casualmente, era el mío.

(Brika)

Llevábamos al menos diez minutos sentados en una banca. Separados como si una persona estuviese entre nosotros. Es lo más tranquilo y cercano que he estado a mi hermano, en todos estos años. Tenía sus codos apoyados en sus rodillas y las manos entrelazadas delante. Mi postura, en cambio, era demasiado recta y con las manos quietas.

No soportaba la ansiedad y la curiosidad me consumía. ¿De qué tenemos que hablar? El único tema que podríamos tratar siempre nos hace terminar en gritos y lágrimas.

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