AMERICAN COLLEGE ✔️

33) Nuevo contacto "Harley".

Volví a dejar un pequeño beso, esta vez en su mejilla, y él no se detuvo. Solo sonrió y siguió caminando hasta llegar a la sala de nuevo, junto a los demás que de seguro vieron todo gracias a las indiscretas paredes de vidrio si es que estuvieron pendientes de nosotros.

—Pero aun debo desquitarme por la baba que pusieron en nuestros bolsos.

Me bajé de prisa de su espalda y me acerqué a Jezabel sonriendo.

—Debemos irnos —avisó ella—. Ya avisaron a nuestros papás y es probable que mañana en la reunión de padres del AC ocurra algo.

—Demonios. Había olvidado esa reunión. —Me encogí.

—No es tu culpa Lola. —Ikel sonrió comprensivo. —Todos lo olvidamos.

—Yo sí me acordé —confesó Luigi y todos le miramos con cara de "¿Qué carajos Luis David?". —¿Qué? Hay que hacer cosas locas de vez en cuando ¿No? —Fue entonces cuando el grupo completo sonrió de acuerdo.

* * *

Luego de despedirnos con la mano y con asentimientos de cabeza en casa de Statham, nos fuimos en los respectivos autos y fue Shawn en su nuevo coche quien finalmente nos llevó a casa a Sabrina y a mí y, le di las llaves de mi Volkswagen a Ikel para que él lo lleve al American el día siguiente. Y debido a que Evan estará yendo y viniendo a casa de mi abuela estos días, no me acercaré a saludar.

Mi papá no mencionó nada en la noche. Me había ocultado la visita de Evan y por teléfono me mintió. Cuando llegamos mi hermana y yo, subimos a bañarnos y solo ella le saludó. Al terminar, bajamos a dejar lavando nuestra ropa y volvimos a subir. Luego de unos rápidos mensajes con Brandon, me acosté en la cama dispuesta a dormir.

Pero Oscar llamó y lo más interesante de la conversación fue esto.

—Debemos hablar.

—Bebé escúchame —Me calló. Y no me gusta que me diga así: bebé. ¡Casi hasta ruedo mis ojos! —Yo confío en ti Brika.

Ay, no.

—Pero... hoy...

—Estabas con los R. Lo sé. Pero confío en que podré conquistarte.

—Oscar...

—Sé que no harás nada.

—Cómo estás tan seguro? —Aumenté una raya a mi tono de voz.

—Te escuché hablar con Chloe el otro día. Sé que la infidelidad no es lo tuyo.

No. No. Demonios no deberías ser tan complicado.

—¿Cuándo regresas?

—La otra semana.

—Te veo entonces —hablé en voz baja.

—Adiós bebé, te quiero —colgué, para no tener que responder a sus palabras. Gruñí. Lancé el teléfono enojada. ¡Bebé, bebé, bebé! Me gusta más cuando Luigi me dice así que cuando él lo dice y siendo mi novio. Pero, ¡No puedo terminarle por celular! Yo odiaría que hagan eso conmigo y me detestaría si se lo hago a alguien.

(Statham)

—Le gusto —repetí en voz alta, para mí. Tirado boca arriba en la cama de Ikel y lanzando hacia el techo una pelota pequeña que Bismark dejó olvidada. Ese niño me cae bien. Siempre anda con un auto de juguete en la mano.

—Ya lo sabías —replicó Ikel—. Bueno, lo sospechabas.

—Pero fue mejor escucharla admitirlo.