79) Dusk till dawn.

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Mi celular vuelve a vibrar en mi mano y aun no consigo moverme. Harley tiene su cabello un poco más largo y peinado hacia arriba, tal y como a mí me encantaba. Sus mejillas no son tan prominentes como antes y su expresión ahora es seria, tal y como el día que lo conocí.

Me obligo a mí misma a apartar los ojos de él y reviso mi celular cuando corro a mi mesa.

<<De: Suka.
Estaba arreglando mi maleta. Iré a casa de Yami dentro de un rato. Mara va a llevarme.>>

Intento con todas mis fuerzas teclear algo y no mirar con dirección a la salida.

—¿Qué te ocurre? —pregunta Madeline en voz baja. Claramente dándose cuenta de mi estado.

—Una entre mil, Vance —exclamo nerviosa—. Mira hacia la puerta.

Envío el mensaje a mi hermana y escucho como ella jadea.

<<Para: Suka.
Saluda a Mara y a papá. Y sigue insistiendo para que él se atreva a dar el siguiente paso.>>

—No, me, jodan —dice—. ¿Q-qué? ¡Q-qu-ué!

—Cállate. Y no mires. No seas obvia.

—Él no deja de mirar.

—No me importa.

—No te importa —repite.

—¿Por qué tuvimos que venir al dichoso "Clayton's"? —pregunto sulfurada.

—Menos mal que no te importa —añade, y da justo en el clavo.

Me arrimo hacia atrás en la silla y trato de incluirme en la conversación de Greg y Laila, pero no consigo entender nada.

—Bebe un trago, Brika —sugiere el morocho a mi lado, por tercera vez.

—Empieza a molestarme tu insistencia, Johnny. He dicho que no.

—Está bien, está bien. No insisto más. —Levanta los brazos y se vuelve hacia el otro lado, dónde sus amigos sí están bebiendo.

Una chica rubia bastante guapa está en el escenario ahora. Al parecer no hay nadie más dispuesto a cantar esta noche, así que ella pide voluntarios.

—Somos pésimos cantando —anuncia Luke riendo. Pretendo no mirarlo tan a la cara, ya que, si miro en la dirección tras su cabeza, voy a descubrir a Harley con aquella chica de piel oscura y curvas extraordinarias. Ella tiene el peinado afro, y estoy segura de que, si se suelta la liga que lleva en el cabello, este terminará formando una bola sobre su cabeza.

—Canta algo, Greg. Anímate —molesta Leila, todos sabemos que el canto no es su fuerte. El castaño niega frenéticamente con la cabeza.

—Soy un asco para eso. No quiero hacer el ridículo en mi primera noche.

—Deberías animarte —susurra Madeline muy bajo, para que sólo yo la escuche. Niego disimuladamente con la cabeza y al instante, ya ha levantado mi mano. —¡Ella quiere cantar!

La mirada de todos está sobre mí y empiezo a negar con la cabeza.

—No, yo no...

—¡Woo! ¡Vamos Brika! —comienza a decir Luke—. ¡Brika, Brika, Brika!

Mis amigos y los de Johnny comienzan a corear mi nombre y segundos después, más personas se unen a ellos. Madeline es la única que ha tenido el gusto de escucharme cantar realmente desde que llegué a Las Vegas a estudiar.

—¡Sorpréndenos Lola! —dice Greg. Se levanta de su silla y se acerca a mí para estirarme su mano. No me muevo, por lo que agarra mi mano, tira hacia arriba y me dirige al escenario. No puedo creer que esté pasando por lo mismo otra vez.

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