(Lunes, noviembre 22)
El día de ayer transcurrió bien y mi sonrisa no me la quitaba nadie desde entonces. Había tenido una noche y madrugada increíble a pesar de haber llorado y contado a Harley sobre el accidente y sobre mi miedo. La verdad es que, quise hacerlo. Y olvidando el hecho de que cuando mi papá llamó a mi puerta, Sabrina apareció como un ángel a decirle lo que él necesitaba saber y logró que se alejara, me tocó bajar al desayuno y actuar como si nada hubiese ocurrido, y al pequeño descuido de mi papá, subí a Harley unos huevos y tostadas, más un poco de jugo para que no muera de hambre. De todas maneras, él no bajó del ático sino hasta dos horas más tarde cuando mi padre salió de la casa un momento y afortunadamente no nos había dejado encerradas a mi hermana y a mí otra vez.
Yo, aproveché besando a Harley hasta el momento en que realmente salió de mi casa. Cuando volteé, Sabrina me miró con una de sus cejas levantada y una sonrisita cómplice. No paró de sonreír igual que yo y de un momento a otro nos habíamos enfrascado en una charla sobre sexualidad que realmente no me esperaba. Tiene 13 pero es muy madura en los aspectos importantes y entendió perfectamente cada palabra salida de mi boca. O al menos eso me pareció.
Ambas envueltas en una enorme cobija en su habitación y mirando al techo en donde ella tiene una "S" y una "Y" formadas gracias a muchos botones de colores pegados ahí. Ella mencionó casi las mismas palabras que en algún momento de mi vida yo le había dicho a mi tía AL cuando hablamos sobre esto.
—No te preocupes —Sonrió tranquilizándome —Aun no tengo edad para eso y no soy como aquellas niñas locas con la curiosidad sobre el sexo en estado elevado y que se meten en aquello por eso, por la curiosidad. —Pestañeó hacia mí con otra extraña sonrisa. —Y no pienso hacer algo hasta que no esté completamente segura de en dónde voy a meterme. Y no quiero decepcionar a nadie haciendo algo estúpido y sin pensarlo realmente bien.
Me quedé fría, pero realmente contenta. Me costó un poco volver a hablar.
—¿Sabías que eso le dije a mi tía AL en algún momento? —Su cara se iluminó.
—¿En serio?
—Bueeeeno, no exactamente las mismas palabras, pero la idea en sí fue la misma. —La abracé y besé su cabeza —Te amo Suka. Jamás olvides eso.
—Y yo te amo infinitamente a ti Lola —Me devolvió el abrazo como mejor pudo ya que aún la mantenía envuelta en mis brazos —Y sé que Evan y mi papá también te aman mucho.
Mi agarré sobre ella se volvió más fuerte y contuve las lágrimas, deseando en el fondo que mi papá y mi hermano aun mantengan ese amor por mí en el fondo de ellos y esperanzada porque en algún momento ese amor me abrace de nuevo.
Hoy, lunes, mi padre se encargó de traernos al AC y nos recordó que nos recogería a la salida. Y con una última mirada de advertencia, me recordó que no debo acercarme a Harley, ni a los R ni a nadie que tenga trato con ellos.
Saludé a Jezabel, Luigi, Chloe y Shawn de manera rápida en los asientos más allá del Dorado y con todo el desgano del mundo me dirigí al salón C, molesta porque Maxxis aún no llegaba a clases y tendría que entrar sola al nuevo salón.
Mi primer nuevo compañero en saludarme fue Daniel Williams, uno de los chicos con los que canté en El Día de la Familia AC, quien salía de prisa del aula a hacer quién sabe qué, y me miró sorprendido al igual que el resto, al notar que no entraba en mi curso de siempre.
—Hola —saludé a Katty, una chica extremadamente baja y cabello oscuro, que conozco solo de nombre. Ella se encontraba entrando al aula al mismo tiempo que yo.
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AMERICAN COLLEGE ✔️
Документальная прозаBrika McVey ---una cerebrito muy distinta a las que describe la gente, puesto que le gustan las fiestas, las locuras, las bromas, la diversión y es súper sexy--- termina por mudarse a San Diego, el lugar donde en una noche de locuras y retos, besó a...