CAPÍTULO ESPECIAL #2

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CAPÍTULO ESPECIAL #2

~CHLEWIS~


(Omnisciente)

A Lewis le parecía un fastidio tener que asistir a su último primer día de clases en el American College. Lo único que lo reconfortaba era tener a Jensui y a sus amigos ahí.

¿Las clases? No le interesaban en absoluto. ¿Las chicas? Ninguna llamaba su atención.

Recostado boca arriba en su cama, mirando al techo y pensando en la seria posibilidad de faltar su primer día, Lewis escuchó cómo la puerta de su habitación se abría. Un intenso olor a perfume lo invadió y sabía que se trataba de su hermano, Jensui.

No llevaban la misma sangre, pero se consideraban como tal desde que tienen memoria. El padre de Lewis, el señor Tuckerstill, fue abandonado por su mujer cuando su hijo tenía apenas un año, y antes de que el pequeño cumpliera los dos, conoció a una dulce mujer que acababa de enviudar, e intentaba sacar adelante a su pequeño hijo. Un bebé de la misma edad que su pequeño Lewis. Un año más tarde, Tricia y Phillip se casaron y con todo el amor del mundo, crió a su hijastro como propio. El señor Tuckerstill, a pesar de que ella decidió que su hijo Jensui mantenga el apellido de su papá biológico, no dudó jamás en ser un verdadero padre para aquel bebé.

Desde sus tres años, Lewis Tuckerstill y Jensui Jenkins son hermanos, y Tricia y Phillip son sus padres.

—¿Acaso estás considerando faltar? —El morocho lo interrogó y comenzó a tirar de un tobillo para sacarlo de la cama. —Lo más difícil ya lo hiciste. Es decir, levantarte temprano.

—Necesito dormir —soltó Lewis luego de un bostezo—. Anoche regresamos muy tarde de la autopista.

—Pensándolo bien, tienes razón.

Jensui se recostó a su lado y ambos cerraron los ojos, totalmente dispuestos a faltar a clases. Harley e Ikel lo entenderían, si es que se dignan en asistir.

Silencio. Relajación. Morfeo estaba por llegar, hasta que...

—¡Llevo quince minutos esperando que se vayan a clases! —ante el grito de su madre, ambos se levantaron de prisa y corrieron hacia ella para darle un beso en las mejillas al mismo tiempo.

Tricia Tuckerstill, no sería la mujer que lo parió, pero es la mujer por la que daría su vida en caso de ser necesario. Ella era su madre.

Dos minutos después, Lewis conducía la pick-up negra y Jensui iba de copiloto. El AC, no quedaba muy lejos gracias a la velocidad en la que iban. Lo cierto es que, ir lentos no era una característica de los R.

Jensui bajó primero cuando llegaron a la entrada y dejó que Lewis se encargue de llevar la Ford al estacionamiento de estudiantes.

—Otro estúpido año. Lo mismo de siempre —murmuró Lewis para sí mismo. Bajó del vehículo y colgó su mochila vacía en uno de sus hombros. Varios estudiantes lo miraron conforme caminaba y algunos se alejaban, intimidados por la presencia de un R. Otros lo admiraban y, otras suspiraban por él.

Antes de llegar al Dorado y poder subir al siguiente piso para encontrarse con sus amigos en la terraza, una pequeña figura de cabello rubio tropezó con él y, todos los libros que ella llevaba cayeron al suelo. Junto con la mochila que él vagamente colgaba de un hombro.

Ella se quedó quieta, dudosa, nerviosa y quizá asustada, mirando a sus libros desparramados alrededor de sus pies.

—Mierda. Gran inicio de año —gruñó él, girando la cabeza hacia un lado—. Recoge mi mochila y...

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