Algo vibra.
Me senté sobresaltada y rodeada de oscuridad. Me di cuenta que el teléfono en mi mano estaba vibrando y suspiré decepcionada. Debí quedarme dormida viendo la foto de Harley y eso me hizo soñar con él. Gruñí y respondí sin ver el número, dispuesta a mandar al carajo a quien interrumpe mi sueño.
—Estaba soñando con Harley ¿Quién hoza interrumpirme a esta hora? —En cuanto terminé de decirlo me maldije a mí misma. ¿Y si es Oscar? O ¿Mi papá?
Una risa baja y extraña se escuchó del otro lado y me golpeé la frente. Acabo de admitir soñar con él.
—Así que soñabas conmigo —dijo Harley. Cierto, que iba a llamarme.
—Era algo de ciencia ficción —mentí. Ambos sabemos que no es así. —Tu eras la galletita que sale en Sherk. —Volví a golpearme la frente. ¿Desde cuándo Sherk es ciencia ficción? Pero él lo pasó por alto.
—¿Y querías comerme? —molestó en tono juguetón. Me encanta, debo admitirlo.
—No. Tenía miedo de algún daño estomacal. No podría con otro.
Fue increíble. Extraño, emocionante, sorpresivo, pero increíble escucharle soltar una carcajada. Y no pude evitar reír por lo bajo hasta que lo escuché suspirar cuando iba calmando su risa.
—Y bien... ¿Qué soñaste? —Su tono era más suave. Me recosté en la cama y abracé mi almohada.
—Estabas fuera de mi ventana.
—¿Ibas a dejarme entrar?
—Es probable —Mi voz sonó extraña. Es que aquel sueño fue tan real, como lo son siempre que aparece él.
—Estoy afuera de tu casa —susurró.
—¿De verdad? —pregunté sentándome de nuevo. Y agregué más despacio: —¿Te gustaría... Pasar?
—¿La verdad?
—No —respondí por lo bajo y volví a recostarme—. Miénteme.
—Me encantaría tocar el timbre de tu casa y meterte en problemas ya que tu papá regresó en su Jeep un minuto antes de llamarte.
Mi ánimo decayó de nuevo.
—Supongo que te veré mañana en cla...
Tcc tcc.
Escuché mi puerta. ¿Y si es mi papá? Mejor prevenir.
—Debo colgar —susurré tapando el teléfono y mi boca con mi mano.
— Si, yo, lo entiendo —Pero no colgó.
Tcc tcc.
—Brika —Era mi papá. Casi se me cae el teléfono de las manos y no tuve que decir nada más.
Harley susurró: —Nos vemos mañana. —Y colgó en cuanto la puerta sonó de nuevo.
Me levanté a abrir y mi papá estaba con expresión seria mirando detrás de mi.
— ¿Por qué no abrías?
—Estaba durmiendo, papá.
Entonces su mirada se desvió a mi mano y frunció el ceño al ver el móvil.
—¿Y por qué estás con el teléfono en la mano?
Di media vuelta para sentarme en la cama y aproveché para ver rápidamente la hora en el móvil, antes de dejar la pantalla a oscuras. <22:49> La verdad creí que había dormido más.
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AMERICAN COLLEGE ✔️
No FicciónBrika McVey ---una cerebrito muy distinta a las que describe la gente, puesto que le gustan las fiestas, las locuras, las bromas, la diversión y es súper sexy--- termina por mudarse a San Diego, el lugar donde en una noche de locuras y retos, besó a...