15) Gustos y Celos.

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Los últimos diez minutos fueron extraños. No sabíamos qué decir del tiempo que acabábamos de pasar juntos y cuando ya nos íbamos, solo dijimos "Hasta luego" y cada quien se retiró. Aun así, sigo amando ese momento.

RUMAS. RISAS. TORTA. COSQUILLAS. FOTOS. UN SOLO Grupo. ¿Cómo podría olvidar este día? He pasado las últimas horas en casa de mi abuela junto a mis amigos y los R. Y, como diría Jezabel: <OH. POR. DIOS>. Realmente fue increíble. No parábamos de reír o tomar fotos, las cuales fueron impresas al llegar a casa.

Mi día habría ido genial de no ser porque mi papá se enteró que conduje el Jeep sin avisarle y me regañó. Sé que no es la gran cosa, pero él toma cualquier mínima excusa para hablarme fuerte. Al menos, Sabrina estaba ahí conmigo para animarme como siempre. Por otro lado, también fui regañada por poner mi vida en riesgo y en eso no puedo contradecirlo.

(Octubre 05)

Toc, toc toc, toc.... Me removí en la cama y me acurruqué aún más entre las sábanas.

Toc, toc. TOC.

—Brika —escuché la voz de mi padre a lo lejos.

Abrí un ojo perezosamente y me sobresalté al notar que ya estaba claro. La luz se filtraba por un lado de la cortina que no cubría totalmente la ventana. La verdad, anoche me quedé haciendo el último deber que me faltaba para hoy y me acosté a dormir extremadamente tarde, tanto que me lancé a la cama con la ropa que cargaba encima y no me dio tiempo de acomodar bien la cortina y un gran espacio de ella quedó mostrando el exterior. No tuve tiempo ni siquiera de cargar la batería de mi móvil.

—Brika —repitió mi papá.

—Estoy despierta —respondí luego de aclararme la garganta.

Esforzándome porque mi voz no sonara como la de alguien recién levantada. Al instante sus pasos se escucharon alejándose por el pasillo.

Mi celular se había apagado y la alarma no sonó. Me levanté de inmediato y corrí a darme una ducha rápida, quitándome la ropa por el camino y recogiendo mi cabello en alguna goma roja para que no se moje.

—Mierda.

Parecía que no encontraba nada que combine. Al menos no había algo que yo crea justo combinar. Eso pasa cuando uno está apurado y eso me pasa por no dejar listas mis cosas la noche anterior como suelo hacer todos los días.

Al bajar a la cocina, me encontré a Sabrina subiendo las escaleras, ya lista para cepillar sus dientes y luego bajar nuevamente para ir al American.

—No alcanzo a comer algo —avisé de prisa y esperé en el Volkswagen a que Sabrina bajara.

* * *

El tiempo volaba, el timbre-canción para que termine el primer receso estaba por sonar. Nos apresuramos a salir de la Biblioteca con Shawn y Skyler, luego de que el rubio nos explicara matemáticas, y caminamos con dirección a los salones.

—Iré a comprar algo antes de entrar —avisó mi prima. Nos entregó su libro de matemáticas y cuaderno y salió corriendo. Y yo con mis tripas que me roncan demasiado por no haber desayunado.

Al pasar por el salón de los Junior, divisé rápidamente a la hermana de Statham en la mitad del salón, gracias al espacio de diez centímetros que dejaba la puerta abierta.

—La princesita R —molesté.

—Tiene nombre —sentenció seriamente Shawn. Esperé a que se ría, pero el simplemente se quedó ahí, observando hacia el interior del salón por aquel espacio.

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