(Sábado, julio 17)
Abro mis ojos lentamente debido a la pesadez de mis párpados, pero vuelvo a cerrarlos debido a la luz que se proyecta de frente en mi rostro. Ya amaneció, y mi cuello duele y no siento mi pierna.
—Grugrugrugru —El sonido extraño se da justo fuera de mi oreja.
Abro mis ojos de nuevo y esta vez, levanto la cabeza ignorando el dolor del cuello y la nuca. Siento un peso en mi estómago y una vez bien despierta puedo entender la situación.
Las tres estamos tendidas sobre la cama de mi prima formando un pequeño triángulo con nuestros cuerpos. La cabeza de Skyler descansa en mi estómago, mi cabeza en el abdomen de la rubia y la de ésta última sobre la barriga de mi castaña prima.
Al instante, leves recuerdos de la noche anterior se forman claramente en mi mente.
—Te quedarás a dormir, ¿verdad? —pregunta Skyler a Jezy. De inmediato regreso a mirar a mi prima con expresión reprobatoria.
—¿Por qué le preguntas si sabes que cuando yo las visito, irse a su casa no es una de las opciones? Además, su mamá nos adora —expreso con una sonrisa mi última frase.
—¿Por qué no vuelven a vivir en San Diego? —cuestiona de repente la rubia teñida—. Digo... ya tantos años, es hora de que vuelvan ¿No crees? Después de todo, tu familia está aquí.
—No creo que eso suceda —suelto un dramático suspiro—. A mi papá no le convence mucho San Diego después de... ya sabes. Y Evan, pues mi hermano lo que quiere es alejarse y no regresar. Sabrina, bueno ella también ama esta ciudad, pero sinceramente no sé cómo podría tomarlo si tiene que dejar a sus amigos en Wyoming.
—Bueno... —interviene mi prima— ...Sabrina es como tú, solo dice "Hola", muestra una sonrisa, pestañea y esa persona ya es amiga suya. Y tu hermano ya es un adulto, él verá qué hace con su vida y si quiere o no seguir con su horrible actitud.
—No exageres, yo no soy así.
En mi rostro se reflejó una mueca que en realidad pretendí que fuera una sonrisa. Esas dos me conocen tan bien. Además, evito por completo responderle algo que tenga que ver con Evan, mi hermano mayor.
—Mañana es sábado —replica Jezy, y por como levanta sus cejas y nos mira sonriendo, sabemos perfectamente lo que propone—. Hagamos algo divertido.
—¡Tú me dañas Hurt-Wood! —finjo decepción.
—Revisaré abajo —se emociona Skyler—. Seguro esa botella de Zhumir sigue ahí.
Sonrío al pensar en esa bebida. Es mi favorita, sobre todo la "Pink de Sandia". No el típico vodka que a muchos les encanta.
—Grrrrugh —Aquel sonido vuelve a escucharse. Levanto mi cabeza por segunda vez y analizo la situación un poco más despierta.
—Mierda —balbuceo cuando noto de dónde proviene.
¡El estómago de la rubia gruñe con mucha fuerza!
Busco mi celular y lo encuentro por la cabeza de Skyler. Lo desbloqueo y veo la hora: 9:32. Estiro mi brazo y tomo una almohada, la levanto y golpeo a Jezy con ella. Luego repito el proceso con mi prima.
—¡Arriba! Levántense, par de vagas —Maldiciendo, gruñendo y evitando los almohadazos que les estoy dando, se levantan. —Es tarde, con razón te roncaban las tripas Hurt-Wood.
Le doy un último golpe a Jezy, pero al querer evitarme su trasero apunta mal y cae al piso. Esto parece ser típico en este trío. Las tres comenzamos a reír, sonido que aumenta cuando a Skyler y a mí también nos gruñe el estómago.
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AMERICAN COLLEGE ✔️
Non-FictionBrika McVey ---una cerebrito muy distinta a las que describe la gente, puesto que le gustan las fiestas, las locuras, las bromas, la diversión y es súper sexy--- termina por mudarse a San Diego, el lugar donde en una noche de locuras y retos, besó a...