(Viernes, julio 16)
(Brika)
<<De: Jezy.
Hey niñas ¡NOCHE DE LOCURAS!
En 10 min estoy afuera de su casa, las amo estúpidas.>>Después de leer el mensaje que Jezabel, mejor amiga de mi prima Skyler, dejaba en mi teléfono invitándonos a salir esta noche, nos cambiamos de ropa y nos maquillamos en menos de los diez minutos. Debíamos batir récord cuando Jezy nos daba un tiempo sino queríamos que nos suelte un sermón en broma sobre la puntualidad, aunque nos haya avisado con tan sólo diez minutos la muy ocurrida. Quedando en un corto short negro hasta la cintura, zapatos oscuros y cerrados en forma de botín, con un tacón muy alto y grueso. Mi estilo favorito, puesto que eran cómodos y fáciles de utilizar, incluso para correr con ellos sin miedo a caer. Además, de un top floreado que dejaba mi ombligo al descubierto, en conjunto con un chaleco jean claro.
Y Skyler, su usual estilo con algo que combine. Esta noche se trataba de un jean, una blusa rosa sin mangas y una chaqueta negra igual que sus converse, por si acaso. Recoge su lacio cabello castaño claro en una coleta y menea las cejas en mi dirección, pidiendo mi aprobación.
—Toda una mamacita —Lanzo un beso hacia ella provocándole una risa.
Tomamos los pequeños bolsos con nuestras pertenencias (Celular, llaves, billetera, maquillaje, espejo miniatura, pañuelo), nos damos una última mirada en el espejo para acomodar nuestro cabello y salimos de la habitación de mi prima, puesto que estamos en su casa.
Bajamos al living y enseguida llega Jezabel en su Hyundai Accent, quién desde la puerta saluda a mi papá y a mis tíos. Su cabello esta teñido de rubio cenizo y sus azules ojos resaltan en su piel extremadamente pálida.
—Ya sabes la regla, Brika —masculla mi padre cuando deposito un beso en su mejilla antes de salir, recordándome que no debo llegar después de las once de la noche.
—Sí, papá —respondo con dulzura, acomodando mis ondas castañas.
Nos despedimos todas de ellos y subimos al coche rojo que a Jezabel le habían regalado sus padres hace un año, cuando cumplió los dieciséis.
Las tres estábamos rebosando de emoción ya que yo solía venir cada tres o cuatro meses a San Diego con mi papá y a veces con alguno de mis dos hermanos dado que casi toda la familia McVey Lí reside en el condado. Sin olvidar que me llevo increíble con mis primos mellizos, Skyler y Maximus, y con Jezabel. Y esta vez he regresado a los ocho meses y ya extrañaba hacer locuras con ellos.
No vamos ni a una cuadra de la casa de Sky cuando Jezy comienza a cantar de la emoción. Lo triste, lamentable, pero gracioso, es que parecía una rana a media noche en un charco... croando.
—Lástima que es tu coche —Mi prima suelta un dramático suspiro hacia su mejor amiga, aunque claramente esta divertida con los sonidos rompe tímpanos que escucha—, o ya te habría lanzado fuera de él. Y en movimiento.
—¡Eh! —reprocha la rubia teñida, fallando cuando intenta darle un manotazo—. Serás cabrona.
—Bien ¿Y qué haremos? —pregunto, intentando no reírme al recordar que Jezy es amante de un vocabulario exquisito.
—¿Qué les parece noche de apuestas, retos y locuras? —sugiere mi castaña prima con sus ojos claros brillando por la emoción, y ambas asentimos—. Como en las vacaciones pasadas.
—Bien ¡Pero desde ya! —chillo—. ¿Un reto para cada una o todas el mismo reto?
—Mismo reto todas —sentencia Jezabel.
—Hmm... —Comienzo a pensar con drama incluido—. ¿Fingir frente a un desconocido que te embarazaste de él?
—¡Joder, no! —chilla la rubia teñida meneando su cabeza—. Mejor hagamos un reto cada una. —Volvemos a hacer un gesto afirmativo. —Hmm... Sin decir nada, Brika, besa a cinco chicos. Si tienen novia mucho mejor.
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AMERICAN COLLEGE ✔️
Non-FictionBrika McVey ---una cerebrito muy distinta a las que describe la gente, puesto que le gustan las fiestas, las locuras, las bromas, la diversión y es súper sexy--- termina por mudarse a San Diego, el lugar donde en una noche de locuras y retos, besó a...