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-¿En qué piensas? -Dijo Thomas entrelazando sus dedos con los míos.

Eso me recordaba a él, así que me solté con rapidez y le agarré del brazo.

-En nada. -Sonreí.

-No me mientas. -Me acarició el pelo.

-¿En qué pensabas tú?

-En ti.

-¿Cómo que en mi? -Sonreí.

-En la suerte que tengo, y en que no tengo que dejarte ir.

-Pero tendré que volver a mi país, no pinto nada aquí, además sigo siendo menor de edad.

-No por mucho, sé que en unos meses tendrás dieciocho. -Sonrió.

-Vaya, así que me tienes bien vigilada, ¿eh? -Me reí.

-Más de lo que crees. -Me besó la mano.

De alguna forma, esto me hacía felíz, pero por otra parte, él no era Alex y no me hacía tan felíz como estar con él. Le echaba de menos, muchísimo. Le necesitaba tanto que dolía. Era horrible, pero Thomas ayudaba a que doliese menos, jamás sus besos me complacerían tanto como los de Alex, nunca caminaremos de la mano con miedo de soltarnos el uno al otro, sus largos dedos nunca acariciarán mi cuello como lo hacían los suyos. Jamás será lo mismo, pero él me calmaba, dolía, pero ya no tanto.

Llegamos a casa y subí a mi habitación, me cambié y bajé a por un vaso de agua.

-Aún es temprano, ¿quieres ver una película? -Me sobresaltó Thomas.

-Son las tres de la madrugada. -Dije mirando mi reloj.

-Venga, te dejaré elegir la que quieras, me tragaré una de amor con lágrimas y todo. -Dijo riéndose.

-Eso es un tópico que no nos hace justicia a las mujeres. -Dije fingiendo estar enfadada.

-Venga ven aquí. -Dijo haciéndome un sitio entre sus brazos.

Pasé las portadas de las películas con rapidez mientras me encontraba entre sus cálidos brazos.

-Esta. -Dije.

-¡Vaya!, ¡Guerra Z!, ¿Seguro que quieres ver esta?, ¿no te dará miedo? -Dijo fingiendo preocupación.

-Sí, muchísimo. -Dije con sarcasmo.

-Menos mal que me tienes aquí para protegerte. -Dijo de broma.

-Uy, sí. -Me reí.

Vimos la película y yo acabé con el suministro de patatas y chocolatinas.

-Vaya, no sabía que una chica podía aguantar tanta sangre y sustos y carne podrida y encima pedir más. -Se río.

-Venga ya, si esta película a penas tiene sangre, además los zombies no son para tanto, prefiero the walking dead. -Dije quitándole importancia.

-Vaya. Bueno, creo que ya es hora de ir a dormir. -Dijo levantándose mientras me cogía de los pies para cargar conmigo hasta la habitación. Me tiró encima de la cama y se echó a mi lado.

-¿Ahora es cuando te enamoras de mí? -Dije entre risas.

-Mentiría si dijese que sí, porque si te soy sincero, mi obsesión contigo no es reciente. -Dijo mientras se levantaba y depositaba un tierno beso en mi frente. -Que duermas bien.

Apagó la luz y cerró la puerta.

//por ti, por mí// matty healyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora