03: después.

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Empecé a acomodarme cuando de repente Marina soltó un gritó.

-¿Qué pasa?

Dije asustada.

-NO, NO, NO, NO QUIERO, NO, L, NO DEJES QUE SE VAYAN, L, HAZ ALGO, L, POR FAVOR, NO.

Dijo llorando.

-¿Pero qué quieres que haga?

La dije mientras la abrazaba.

-No me puedo creer que ya haya acabado, no quiero irme de aquí en serio, no sabes lo que es esto...

-Tranquila boba, te prometo que iremos al siguiente concierto, pero no te pongas así, ¿vale?

Dije mientras le limpiaba las lágrimas.

Las luces se encendieron, la gente comenzó a irse, así que decidimos levantarnos y irnos, Marina estaba aturdida aún, pero no paraba de hablar.

-Dani, me voy a teñir de rubia, ¿sabes?

Dijo ella completamente convencida.

-No te quedaría bien, además tienes un pelo precioso, no lo hagas en serio.

-Es que a Alex le gustan las rubias, siempre le han gustado.

-¿Y tú cómo sabes eso?

Dije yo soltando una carcajada.

-Porque en todos sus videos solo salen rubias y además todas sus ex son rubias.

-A veces me das un poco de miedo, lo sabes, ¿no?

Dijo Dani abrazándola.

Yo solté una carcajada y me uní al abrazo.

-Oye, que gracias por olvidaros de mi.

Dijo una voz al fondo.

-Mierda, Steff.

Dijo Dani.

-Lo siento Steffy, es que me había distraído con Marina.

Dije yo abrazándola.

-No te preocupes, solo estaba de broma.

Dijo ella mientras me daba un beso.

Mierda, se me olvidaba que había quedado en ir a verme con él en los jardines y si salgo ya no podré entrar otra vez.

-Chicos, he olvidado el móvil, adelantadme, es más id sin mí, ya iré yo por mi cuenta al hotel, es que quiero pasar a comprar algo.

Dije mientras me marchaba.

-¡Espera!

Dijo Dani.

-Te acompaño.

-No, Dani, en serio, no hace falta, ve con ellas, no las dejes solas, hazme caso.

-Pero si no sabes donde está el hotel.

-Lo buscaré.

-No, L, haz el favor, vas a perderte.

-Dani, en serio, déjame.

-Vale, está bien, no sé qué coño vas a hacer ni porqué coño actúas tan rara, ni porqué me tratas así cuando sólo me preocupo por ti, pero cuando intentes volver llámame y vendré a por ti, porque sino, vas a perderte.

-Lo siento en serio, no pretendía tratarte así, vale te llamaré, me tengo que ir, os quiero.

Me abrazó fuerte y me dejó ir.

Les vi alejarse mientras cuchicheaban algo.

-¿A dónde habrá ido?

Oí a Steff decir.

-Sólo ha ido a por su movil y comprará algo y nos alcanzará.

Dijo Dani en tono tranquilo.

Dani siempre me cubría, era un buen amigo, el mejor que tenía.

Eran las doce de la noche, todo el mundo se esparcía hacia las salidas, unos lloraban, otros salían eufóricos, y yo me adentraba a los jardines cuando de repente me paró un guardia.

-¿A dónde vas?

Me dijo con tono autoritario.

-Ahh, voy a la puerta esa, es que he quedado con mi novio después del concierto ahí para irnos juntos, es que no conozco Barcelona y si no voy con él me perderé.

-Entrada.

-¿Cómo?

-Enseñame tu entrada.

-Ah, claro, un segundo.

Suspiré aliviada y le mostré la entrada.

-Cerramos en treinta minutos, si no está aquí deberías irte.

-Claro, gracias.

-"Uffff, menos mal."

Pensé aliviada.

Me dirigí a donde nos habíamos visto por primera vez y me senté mientras rebuscaba en mi bolso mi cajetilla de cigarrillos, se la había quedado, así que decidí entretenerme con el envoltorio de un chupachups que me había encontrado.

00:10

Seguía sin aparecer, pero yo seguía esperándole.

00:15

No dejaba de pensar en qué le diría y en cómo esperaba que reaccionara.

00:20

Hacía frío y me estaba congelando, pero decidí quedarme un rato más.

00:25

No apareció.

00:28

Decidí levantarme y caminar hacia las puertas, no había absolutamente nadie, no sabía si me sentía decepcionada, o solo era que tenía mucho frío, de todos modos fue estúpido por mi parte pensar que vendría. Me metí a un baño y empecé a calentarme con la calefacción, cuando ya estaba considerablemente "bien" decidí dar una última vuelta por aquel sitio. Seguía sin aparecer, así que me marché.

La verdad es que me sentía algo estúpida, nunca antes había hecho algo así por ningún chico, y me había fallado.

Estaba saliendo cuando de repente oí a alguien gritar.

-¡Alice!, ¡Alice, Alice, Alice!, ¡espera!

La primera vez hice caso omiso, pero de repente recordé que le había dicho que me llamaba Alice, así que me di la vuelta y le miré.

Tenía la cara sonrosada y la camisa empapada en sudor, venía arrastrando una guitarra y su sonrisa.

Me di la vuelta y seguí caminando, no quería saber nada más de él, de todos modos eramos de mundos distintos y él había llegado tarde.

Y yo odiaba la impuntualidad.

//por ti, por mí// matty healyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora