Narra Leila.
-Cuéntame la verdad.
Le miré.
Se levantó, le cogí la mano.
Con sangre en la mirada dije:
-Espera, no te vayas, mírame a la cara, suéltame lo que te callas...
Se sentó de nuevo a mi lado y suspiró.
-Esto va a ser difícil, pero prométeme que te quedarás hasta que acabe, que no huirás sin darme explicaciones... Por favor.
-Cuéntame la verdad. -Dije.
-Me ha llamado Matty, porque me llamo Matthew Healy, yo también mentí.
Hace unos meses mi hermano murió, le asesinaron, él era hacker, desbloqueaba códigos de cuentas bancarias, cajas fuertes... Pierre le había contratado un mes antes de si muerte, su trabajo era encontrar chicas que usarían como distracción mientras él hacía su "mágia", el caso es, que mi hermano, me enseñó algo de informática y esas cosas, él era mi gemelo, y un día le encontré tirado en el suelo, rodeado de un charco de su propia sangre, y decidí investigar por mi cuenta, y así fue cómo me metí en todo este mundo.
-Hice una pausa para mirarla a los ojos, cogí aire, ahora llegaba la peor parte.
-Yo tengo una banda, se llaman the 1975, te conocí ahí, en nuestro concierto, la verdad es que al principio sólo quería acostarme contigo, pero Pierre necesitaba a alguien nuevo, todo... Todo lo de la gasolinería estaba planeado a la perfección, no tendrías que haber salido herida, no tendría que haber pasado nada, conseguiríamos los diamantes y te llevaría a casa... No... No tendría que haber pasado esto, yo... Lo siento...La miré y por primera vez en mi vida, vi cómo su alma se rompía en pequeños fragmentos irreparables a través de sus ojos, pero su figura seguía intacta, parecía... De piedra.
-Sigue. -Dijo con frialdad.
-No sé qué más decirte... -Dije con los ojos a rebosar de lágrimas y la garganta seca.
-¿Qué le hiciste a Rachel?, ¿de qué diamantes hablas? -Dije sin mostrar sensibilidad alguna.
-Rachel se enamoró de mi y Pierre me obligó a corresponderla, era muy buena, seguía los planes a la perfección, todo iba genial, nos comprometimos, pero se quedó embarazada, tuve miedo y huí... Y el robo de la gasolinera no era por el dinero, eran diamantes de un traficante asiático que nos encargó robar su socio.
-No te creo una puta palabra. -Dije con la sonrisa que tenemos todos antes de romper en lágrimas.
-Pero, Leila, escúchame, te quiero, de verdad te quiero, me he estado volviendo loco últimamente, no duermo, no como, solo pensaba en ti, y cuando te vi con ese médico... Me rompiste el corazón, de verdad Leila, de verdad te quiero, y me da igual todo, no quiero saber nada de mi hermano, voy a dejarlo todo, sólo quiero estar contigo, por muy difícil que sea, por favor, no vuelvas a dejarme solo...
Mi corazón, dolía, quemaba, no quería estar ahí, no quería seguir oyéndole, quería irme, pero quería estar con él.
Él, Alex, Matty, quien mierda quisiese que fuese, quería estar con él, en Atenas, en el avión cuando me besó, cuando le conté toda mi mierda y él seguía ahí, pero, todo, todo era una mentira.
Me tragué mis lágrimas, le miré desafiante.
-Yo... Yo hubiese dado lo que fuese por que hubieses vuelto al hospital, por volver a verte, por volver a besarte y estar contigo, pero todo esto es mentira, y no importa, todo el mundo dice mentiras, pero no importa, porque nadie escucha. -Dije con la voz rota. -Te dije que no romperías mi corazón, y no lo has conseguido, sé que te has esforzado, y lo siento por ti, pero nadie rompe mi corazón. Me molesta que hayas mentido, pero está bien, que podría esperar de ti... Está bien, no importa, pero ahora no vengas a por mi diciéndome que me quieres, más mentiras, ya es demasiado tarde, olvídame.
Sus ojos desnudaban el reflejo de su alma, podrida como la de cualquier ser similar a él, ahora, caían lágrimas como ríos, respiraba con dificultad y me miraba suplicándome que me quedara.
Se levantó tropezando intentando evitar que me levantara.
-Yo... -Aclaró su garganta. -No puedo vivir sin ti, joder no me hagas esto, sí, te he mentido, joder lo sé, cada vez que me acuesto, pienso en ti, en todos los errores que he cometido, en que podría haberte conocido de otra forma, podríamos habernos casado, podríamos haber tenido hijos... Y joder, quiero, te quiero a ti, me da igual toda esta mierda, llevo semanas pensando en cómo decirte esto, y pensé en cómo te lo tomarías, en que me pegarías, me gritarías que me odias, y desearía que hubieses hecho eso, pensé en dejarte ir, pero soy lo suficientemente egoísta para no hacerlo, no... No entiendes... No, no lo entiendes, no puedo vivir sin ti, no quiero...
Cogió aire mientras con una mano se limpiaba las lágrimas de la cara. Me miró, se quitó la chaqueta y se subió las mangas dejándome ver cómo siete cicatrices de gran tamaño adornaban su muñeca. Por un momento sentí cómo mis ojos ardían, pero eso no iba a pararme.
-No quería... -Siguió- No quería hacerlo... Ni si quiera me di cuenta, estaba demasiado borracho, y te echaba de menos, no lo entiendes, te necesito, te lo juro, ¡te juro que te amo! -Gritó entre sus lágrimas.
Mi corazón se estremeció.
Metí la mano en mi bolsillo y saqué un paquete de cigarrillos, encendí uno, inhalé y le seguí mirando, indiferente.
-¡DEJA DE MIRARME ASÍ Y DI ALGO JODER!, ESTOY ESCUPIENDO SANGRE Y A TI NO TE IMPORTA. -Dijo con un grito de angustia.
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//por ti, por mí// matty healy
Roman d'amourUna historia en la que mentiras, verdades, dolor y pasión se abren paso a la vida de una adolescente normal y corriente cuando conoce a "Alex". Prohibida su copia o adaptación.