29; Thomas.

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Me hallaba en una habitación rectangular de un color azul pálido, noté como alguien me acariciaba la muñeca hasta bajar a mi mano mientras entrelazaba

sus dedos entre los míos.

Abrí los ojos y él estaba ahí, como me había prometido.

Sonrió al percatarse de que mis ojos no se despegaban de sus labios, se acercó a mí mejilla con cuidado y cuando quiso depositar un tierno beso en ella me giré con brusquedad y le besé en los labios.

-Creo que después de esto tenemos todo el tiempo del mundo para hacer eso, pero no ahora. ¿Cómo te encuentras? -Dijo mientras depositaba un beso en mi cuello.

-Estoy bien.

-¿No te duele? -Dijo señalando a mi vientre.

-No mucho. -Mentí.

-Voy a avisar al doctor. -Dijo y apenas me dió tiempo a responder cuando salió disparado de la habitación.

Cerré los ojos y intenté recordar mi "viaje" al más allá. Me venían a la mente vagos recuerdos de Alex sonriendo, Alex besándome, mi madre haciendo tarta de chocolate y mi padre empujándome en un columpio, todo aquello pasaba por mi mente como un rollo de película antiguo, sin sonido. Cuando intentaba recordar a Alex mi subconsciente me hacía sentirme mal, y sin saber por qué recordé las palabras de Jack. Estaba decidida a hablar de ello con él, cuando de repente entró a mi habitación el chico de la ambulancia.

-Buenos días, ¿cómo está mi paciente favorita? -Dijo con una enorme sonrisa.

No me había percatado de lo guapo que era. Tenia unos ojos verdes inmensos y el pelo le caía en mechones lisos por la cara, usaba los dedos para desenredarlos mientras leía mi historial, sus labios rosados mostraban una mueca de duda y sus músculos se notaban marcados por la bata.

-Ahh.. Bien, supongo. -Tardé en contestar ya que me había perdido en mis pensamientos.

-¿Quieres intentar caminar? -Me dijo él ofreciéndome su brazo. Alex pareció dudar pero yo acepté encantada.

-Despacio. -Dijo él mientras me sostenía con cuidado.

-Esta frío. El suelo, digo.

-Muy bien, al menos sabemos que no has perdido la sensibilidad. -Dijo con una sonrisa. -Vendré a visitarte cada dos horas, tu hermano puede quedarse contigo pero no a dormir. -Puedes venir mañana a las nueve, ella se dará una ducha a las ocho y más o menos por esa hora estará lista. -Dijo dirigiéndose a Alex.

-Es mi novia. Y como usted quiera, pero yo ayer pasé la noche aquí. -Dijo él con tono violento.

-Pero en la sala de espera, no en la habitación. -Replicó el médico sin darle importancia.

-Como quieras. -Alex se levantó me dió un beso en la frente, se acercó a mí oído y me prometió que volvería cuando él se marchase.

-No, no quiero que duermas aquí, ve al hotel, date una ducha y duerme algo, mañana nos veremos, de todos modos no puedo moverme de aquí. -Dije en voz baja.

Asintió me besó de nuevo y se marchó.

El médico estaba observando mis signos vitales y administrádonme alguna sustancia rara mezclada con suero.

-¿Cómo te llamas? -Dije yo intentando evitar el silencio.

-Thomas, ¿y tú? -Dijo con otra de sus increíbles sonrisas.

-Tienes mi ficha médica, deberías saberlo.

-Quiero oírlo de tus labios.

"¿qué?"

//por ti, por mí// matty healyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora