//por ti, por mí// matty healy

02: el concierto.

Salí disparada detrás de él para ver a dónde le llevaban.

De repente salío un tío enorme que no paraba de gritarle cosas en inglés como que dónde estaba y porqué no había avisado a nadie de que se había ido y etcétera. No entendí nada, pero cuando me vio me sonrió y me guiño un ojo, yo le miré aturdida mientras se lo llevaban. Me dirigí a mi asiento, me costó un poco encontrar mi grada, pero reconocí a mis amigos y fui corriendo.

-¿Dónde estabas?

Me dijo Steff.

-Nada, por ahí, ya sabes.

Le dije con despreocupación.

-Casi te pierdes el comienzo del concierto, dicen que son geniales y que el cantante tiene una voz preciosa, me muero de ganas de verles.

-Ese "dicen" es por Marina que no para de lloriquear sobre lo guapos que son y lo bueno que esta el cantante.

Dijo Dani mientras me ofrecía unas patatas.

-No gracias, dije.

Tardaron media hora de lo acordado en salir y yo ya me estaba aburriendo cuando de repente calló el telón y comenzó a sonar música muy fuerte.

Marina se puso a gritar como loca, me puso más nerviosa de lo que estaba. No podía ver bien a los integrantes así que decidí mirar a una de las pantallas, estaban tocando una canción preciosa. De repente una de las pantallas enfocó al cantante y se me heló el alma. Nunca me había sentido tan rara como en ese momento. Tenía que salir de ahí, joder, no entendía nada. Me dispuse a levantarme cuando Marina se echó a mis brazos y empezó a llorar al ritmo de una balada preciosa, así que tuve que quedarme abrazándola, pero mi mente no seguía conmigo para nada, me perdía mirando como la cámara enfocaba a Alex y como su torso desnudo mostraba un par de tatuajes que no conseguía distinguir bien qué eran, él se movía por el escenario mientras bebía alcohol de una botella y se quitaba la camisa. De repente dijeron que iban a tocar una canción especial, pararon la música y comenzó a hablarle al público, decidí aprovechar ese momento y salí disparada de ahí al baño. Aún escuchaba algo de lo que decía pero no le prestaba atención. No entendía nada. Era todo tan surrealista. De repente comenzó a sonar una canción preciosa y su voz comenzó a sonar por encima de la música, tenía una voz preciosa...

-Gilipolllas.

Dije mientras me lavaba la cara y me miraba en el espejo. Sonreía y aún no sé porqué, pero sinceramente, los chicos que cantan han sido desde siempre mi debilidad. Volví a mi sitio sin saber todavía que debía hacer, si ir o no ir, a lo mejor lo hizo solo para burlarse de mí y no iría después, pero por qué... No entendía nada, me senté en mi butaca y me dejé llevar por la música. Marina seguía llorando cual niña pequeña, me resultaba gracioso, pero a la vez muy tierno, no sabía aún si decirles lo que me había pasado o no, decidí por callarme, ya se me ocurriría algo luego.