Nuestros labios chocaron en un suave y lento beso, nunca me había sentido tan bien, estaba tan agradecida de que todo hubiese salido tan bien. Sus largos dedos acariciaron mi nuca hasta llegar a mi pelo, y tirando de él me inclinó para besarme mejor, con la otra mano acercaba más mi cintura a la suya y yo me estaba perdiendo entre sus labios hasta que una voz en el megáfono nos sacó de nuestro trance.
-Creo que ese es nuestro vuelo.
Dijo aún sonriendo en mis labios.
-¿Qué?, ¿en serio?, no, no puedes hablar en serio, estas de broma, ¿de verdad vamos a ir a Bruselas?
Dije casi gritando.
-Sí, espero que te guste, no sabía a dónde podríamos ir, pero Bélgica siempre me ha parecido un lugar hermoso.
Dijo mostrándose indiferente.
Caminamos hacia la puerta de embarque y después subimos al avión, Alex volvió a quedarse dormido así que yo tuve que pasarme las siguientes horas de vuelo leyendo estúpidas revistas sobre moda.
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-Te espero en 10 minutos abajo. -Dijo mientras cerraba la puerta.
¿Diez minutos?, ¿estaba loco o algo por el estilo?, acabábamos de llegar y ya estaba agobiandome...
Me duché lo más rápido que pude y me puse unos jeans rotos con una camisa negra elegante pero casual ya que me había dicho que iríamos a alguna especie de club ya que ahí se encontraban un par de amigos suyos, me puse algo de maquillaje para tapar mis ojeras y me puse delineador negro. Había tardado 15 minutos, pero qué esperaba.
Bajé a la recepción y me lo encontré tumbado en un sofá blanco con sus jeans negros rotos y el pelo cayéndole en perfectos rizos por la cara, hacía contraste con el sofá, le sonreí y se levantó sin dejar de mirarme de arriba abajo.
-Estás genial para haber tardado solo 15 minutos, ¿podemos irnos ya?
-Sí. -Dije poniendo cara de enfadada.
-¿No vas a preguntarme a dónde vamos?
-¿Debería hacerlo?
-Deberías dejar de contestar mis preguntas con más preguntas. -Dijo mientras pasaba su brazo sobre mi cintura y caminábamos hacia la salida.
Eran como las doce de la noche o incluso más cuando entramos a una tienda de ropa de segunda mano.
-¿Esta es tu idea de una noche "divertida". -Dije vacilante.
-Shhh... Tú solo, sígueme.
Le seguí hasta una especie de ascensor industrial y a medida que íbamos bajando se oía una música de discoteca a lo lejos. Unos cuantos pisos después, el ascensor se abrió a una enorme fiesta con luces de neón y la música tan alta que me retumbaba el corazón. El aire estaba contaminado por el humo de cigarrillos o de los porros y demás cosas que estaban fumando la gente.
-¿Qué te parece?
-Agobiante, pero con un par de copas supongo que no estará tan mal. -Dije con una sonrisa fingida.
Ese ambiente me mareaba así que decidí ir al baño mientras Alex se reunía (según él) con unos amigos.
Entré a los baños y he de decir que estaban en mejor estado de lo que me esperaba, me lavé la cara y las manos y cuando me sequé y me dispuse a salir de ahí escuché cómo una chica lloraba en uno de esos baños.
-Hey, oye... ¿cómo estás?
-¿Tú qué crees? -Dijo una voz llorosa al otro lado de la puerta.
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//por ti, por mí// matty healy
عاطفيةUna historia en la que mentiras, verdades, dolor y pasión se abren paso a la vida de una adolescente normal y corriente cuando conoce a "Alex". Prohibida su copia o adaptación.