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-Vaya, vaya, vaya. -Dijo Thomas abrazando a su hermano.

-No hace falta que te emociones tanto.
-Dijo Tony devolviéndole el abrazo.

-Leila te estaba buscando, que bien que hayas conocido a mi hermano, espero que haya sido un caballero.
-Dijo mientras me pasaba la mano por el hombro.


El simple roce de las llemas de sus dedos contra mi piel me parecía frío, me transmitían escalofríos y mi cuerpo rechazaba cualquier contacto proveniente de él, mi cuello y mis clavículas se tensaron.

Asentí con una sonrisa.

-Bueno Tony, Leila y yo tenemos que irnos, espero volver a verte, por... ¿Año nuevo?, no sé cuándo sea, siempre desapareces y apareces en el momento menos indicado. -Dijo con una sonrisa falsa mientras le estrechaba la mano.

-Querrás decir que siempre aparezco en el momento adecuado. -Dijo mirándome mientras soltaba una carcajada. -Thomas, que tengas una buena noche, Leila, un placer.

Asentí con la cabeza y salimos de ahí.

Me giré y observé como la cara de Tony me miraba con preocupación y me indicaba que le llamase con gestos.
Suspiré.

Subí al coche y fingí haberme dormido. Pensé en el día que Thomas tuvo su "ataque de ira", en lo que me dijo Marie de que todos los ricos estaban locos, y entonces entendí que tenía que salir de ahí, Thomas me había estado engañando todo este tiempo y no era quien parecía. No tenía a dónde ir, pero la verdad tampoco es que me preocupase bastante. Nunca sentí un afecto especial por él, así que irme no sería tan difícil, sólo tenía que hacerlo en el momento adecuado.

-¿Cómo has podido hacerme eso? -Gritó Thomas al mismo momento que paró el coche de un frenazo.

Me revolví asustada en el asiento y le miré con miedo.

-Yo no he hecho nada...

-Me has humillado delante de toda mi familia y encima te has ido en mitad de la cena, ¿sabes acaso lo que eso significa?, todos se han reído de mí, has hecho que me pierdan el respeto ¡y luego te encuentro bebiendo en la barra como una zorra intentando tirarte a mi propio hermano!, ¿quién te crees que eres?, te salvé de tu novio yonki de mierda que seguro que te quería utilizar para traficar droga o algo por el estilo, te curé tus heridas, te compré ropa, te dí una casa enorme, tengo un sueldo de cinco mil al mes ¡y luego dices que no te quieres casar conmigo!, no eres más que una zorra que no sabe apreciar lo que tiene. -Gritaba tanto que me dolía la cabeza, sus ojos estaban rojos, inyectados en furia.

-No me faltes al respeto ya que yo no lo he hecho, tu hermano se acercó a hablarme y le dije que era tu novia, y lo de casarnos, no me lo habías dicho, todavía tengo 17 años, ¿en serio crees que me voy a casar contigo?, ¡y más cuando me montas estas películas!

Me dirigió la más fría de sus miradas mientras su cara se consumía por la ira, levantó la mano y creí que me pegaría, dió un golpe al volante y arrancó volviendo a la carretera, minutos después noté cómo lágrimas de ira recorrían su cara, no me sentí culpable.

//por ti, por mí// matty healyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora