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Hace frío, de repente me levanto y observo que Alice se ha dejado una ventana abierta, la de su habitación, me levanto aún algo confundido por el sueño y cuando voy a cerrar su ventana me la encuentro ahí, tumbada en su cama, con tan sólo unas pequeñas bragas bordadas de color rosa y una sábana tapandola la mitad del cuerpo, su espalda esta desnuda, otra vez, duerme boca abajo con las manos cruzadas, parece un ángel,  me acerco a ella y la toco cuidadosamente para que no se despierte y está helada, decido ir a buscar algún edredón y llego a su cama otra vez, ahora esta boca arriba y puedo verle un pecho semidesnudo, su mayor parte está tapado por la sábana, como el otro, su pezón, pequeño, es de un color café claro que combina a la perfección con su pálida piel, decido taparla cuando hace pucheros mientras duerme y me abraza en sueños, me suelto ligeramente ya que sé que no le gustaría que la hubiese visto desnuda, me levantó y me voy a mi cama. No dejo de pensar en esa imagen de ella desnuda sobre su cama, su piel blanca, desnuda, indefensa, débil, las curvas de su espalda, su perfecto y formado culo, y sus labios, los mismos que besé esta tarde. Decidó dejar de pensar en ello y me dispongo nuevamente a ir a beber un vaso de agua ya que tenía sed. Voy a la mini nevera de nuestra habitación y cojo una botella la cual me bebo entera. Alice debido al ruido se despierta, se acerca a mí, ahora lleva una camiseta por encima.

-¿Te he despertado?

Pregunto sin quitarle ojo de encima, está preciosa.

-Sí.

-Lo siento.

-En realidad he tenido una pesadilla...

Dice cuando noto las lágrimas en sus ojos.

-¿No puedes volver a dormirte?

Niega con la cabeza.

-¿Quieres que me quede despierto hasta que te duermas?

Parece dudar un momento pero al final asiente.

Está apunto de dormirse cuando susurra algo que no logro entender.

-Quédate. -Repite una vez más.

Me tumbo a su lado y me tapo con la sabana cuando ella se gira y coje mis brazos de forma en que queda enredada entre ellos.

-Esta noche te permito que yo sea tu peluche.

Dice mientras suelta una risita.

La abrazo con fuerza y de repente noto como su respiración va más lenta y se duerme profundamente.

Nunca me había imaginado así, durmiendo abrazado a alguien, y menos a alguien a quien deseo tanto. Antes las chicas morían por dormir conmigo y yo siempre las rechazaba y ahora yo me siento privilegiado de poder pasar lo que queda de noche abrazado a ella. La vida da tantas vueltas.

//por ti, por mí// matty healyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora