Los Imanes. (Furry/Yaoi)

86 - Perdón

—Perdoname por haberte dejado solo en aquella emboscada.

Y los restos de aquel pecho azul noble que buscaba una revolución de vida, despertaron pues es lo único que hubiese pedido en ese entonces.

El perdón.

Mike correspondió el abrazo destrozado, pero un poquito más aliviado.

Jaime ya no era aquel narcisista amargado de hace más de 3 años que solo tenía 3 amigos y le caía mal a todo mundo.

Era alguien diferente y con esta acción quería demostrarlo.

Al menos para el mismo.

El zorro se separó del pecho azul que inmediatamente desvío la mirada.

—Te perdono. —Rió nervioso.

—Gracias. —El zorro por fin daba punto final a una de las situaciones del pasado que lo perseguían y de cierta forma, no lo dejaba avanzar. —¿Sabes?, Yo... Me iré y mis padres se mudaran a otra ciudad, en lo que encontramos inquilinos, ¿No te gustaría...

—Seria muy hipócrita de mi parte aceptar eso, Jaime. —Interrumpió el pecho azul. —De todos modos lo agradezco. Esto es pasajero, estoy seguro de que pronto encontraré estabilidad a mi situación. —Mike pensó por un momento. —Perdón por lo de Luis. —El pecho azul dejo dinero en la bandeja que pertenecía al puesto donde había comido y se levantó así sin más.

El zorro observo su partida. —¡Mike!. —Nombró antes de perderlo de vista.

El pecho azul se detuvo y lo miro por última vez.

—Suerte.

Mike asintió, sonrío y siguió con su camino.

El zorro suspiro.

—No pensé que harías eso, pero definitivamente te admiro Zorro. —Habló Esther una vez se acercó a Jaime.

—Bueno, al menos se que ahora sí ya no dejo nada pendiente. —Confesó. —Tampoco me mortificaba, pero, tal vez no se merecía eso.

La coneja guardo silencio. —Ya veo... ¿Ahora sí me cuentas?. —Esther avanzo para sentarse frente al zorro.

Jaime rió. —Esta bien, está bien... Según recuerdo, todo empezó en primaria...

Pues Esther sabía que Mike era su enemigo, pero no sabía el por qué y hace no mucho, El zorro también se encontraba en esa situación.

___________

Jaime Z. Se a mudado a Andrómeda, Fenestram.

Esther C: Me dices cuando puedo visitarlos 🥺🥺✨
Dylan: Ya te extraño bro.
Edgar T: Tal vez es hora de cobrarte el favor jaja (broma).

Luis G.OD: Te extraño mucho Jaime.

Luis, solo estoy a un lado de ti 😹

Lo sé amor, te amo y me estoy muy feliz de que compartas esto conmigo.

Yo también te amo y no tienes que agradecer mi cielo ❤️

Luis dejo el celular a un lado para abrazar a su zorro y proceder a dormir.

Le dió un beso en su mejilla y cerro los ojos.

La relación de Luis y Jaime comenzó una etapa nueva en cuanto los dos comenzaron a vivir en la casa del lobo.

Jaime tenía ya la licenciatura en piano y música, por lo que en esa ciudad se dedicó a conseguir la licenciatura en producción para así ayudar a su novio y ahora sí, ver para comenzar su carrera solista.

El tiempo pasó, los dos se unieron cada vez más y más hasta que el lobo cayó en cuenta que no necesitaba más en su vida, solo la presencia de la música y el zorro.

4 años después de oficializar su relación, El lobo se sentía preparado para hacerle una importante pregunta, pero no sabía cómo hacerla y en dónde hacerla.

Solo tenía una locación en mente, y después de pensarlo por un considerable tiempo, concluyó que no era una mala idea.

—¿Amor?. —Pregunto el lobo. —¿No te gustaría visitar la ciudad del Angel antes de nuestro vuelo a la playa?, Nos queda cerca y si hacemos escala ahí, el vuelo sale más económico.

Jaime lo pensó mientras terminaba su bocado pues se encontraba en la mesa comiendo con Luis.

—Claro, ¿Por qué no?. —Respondió. —Asi visito a Esther, a Dylan y tal vez unos lugares de por allá contigo. —Sonrió. —Pero, de las opciones que me mostraste, ¿sería de 1 día la estancia cierto?.

—Exactamente. —Luis asintió. —1 día entero, de ahí al aeropuerto y ahora sí a playa oculta.

—Que emoción. —Confesó el zorro. —Te amo mucho Luis.

Al lobo le encantaba oírlo. —Yo también te amo mi zorro precioso.

Comenzaron a preparar todo para el viaje.

Luis tendría que ir por un encargo cerca de una joyería que se encontraba a un lado del parque donde el lobo le había pedido a Jaime esperar con la excusa de que había visto unos pedales increíbles y probablemente los compraría.

Jaime acepto.

Cuando llegó el día, estuvieron separados pues el zorro visito a sus mejores amigos después de no verlos en persona por mucho tiempo.

Una vez dió las 5 en punto, Luis caminaba a aquel parque frente al hotel de paso dónde se dieron su primer beso.

Estaba nervioso y temeroso.

Con cada paso, en lugar de relajarse, se tensaba más.

Su corazón aceleraba sus latidos hasta que llegó al lugar exacto de su encuentro, solo que no había nadie y en la banca, el estuche de una guitarra con un moño descansaba.

Luis frunció el ceño y se acercó para leer la nota que estaba bajo el moño.

"Para mí guitarrista favorito"

Luis nego con una gran sonrisa.

Abrió el estuche solo para encontrarse con una preciosa guitarra acústica de color azul.

—¿Te gustó?.

El lobo volteo inmediatamente.

—No... N-no tenías que amor.

Jaime sonrío. —Te la mereces mi lobo.

Luis apenas podía creerlo. —De verdad que...

—¡Afinala!, Toca algo. —Motivó Jaime acercándose a su novio.

—A... ¡Claro!. —El lobo al mover la guitarra escucho un ruido dentro de ella. —¿Lo escuchaste?.

—Si.

—Creo que hay algo dentro. —Luis comenzó a sacudirla hasta que una caja pequeña de color azul cayó de ella.

El lobo miro con confusión la cajita por qué era muy igual a la que el había recogido en la joyería.

El tamaño, el color.

Reaccionó asustado tocando sus bolsillos pues por un momento creyó que la había tirado, pero no. Su cajita seguía dentro de su bolsillo y Luis no terminaba de entender nada.