Los Imanes. (Furry/Yaoi)

24 - Contraseña

Querido diario.

Después de arreglar las cosas con Jaime y de no saber absolutamente nada de el por al menos 2 semanas, me sorprende el gran cambio que a tenido.

Es decir, de no juntarse con nadie y verse tan vulnerable como para que unos imbéciles se aprovechen de él, ahora se junto con las especies de renombre y más populares del colegio.

Justo las personas que más me molestan en todo el maldito planeta.

Y lo peor de todo es que también está adoptando sus actitudes tan feas que tienen.

Últimamente he querido hablar con el, pero sus nuevos amigos "populares" me ganan y ni siquiera por Jaime me juntaria con esos ascos de animales.

Espero tener pronto la oportunidad de expresarle mi situación al zorro.

Me despido
Mike.

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Luis después de llegar al departamento se conecto lo más rápido posible al internet Y entro a su principal red social.

Por qué los únicos mensajes que podía haber dejado el zorro, definitivamente debían estar ahí.

Al principio le costó recordar cómo es que se encontraba en facebook y para su sorpresa, no lo había bloqueado.

Solo que cuando entro al chat, observó que no tenían ninguna conversación.

De echo, la propia red social incitaba a qué Luis le enviará una solicitud para que después pudieran entablar una conversación.

—¿Que?... —Se pregunto Luis cuando analizo lo que estaba sucediendo.

¿Por qué no había nada?.

Eso no era una muy buena noticia para el Lobo que no hablaba en más de casi un año.

No recuerda haber borrado algo y sabía muy bien que la persona contraría podía borrar la conversación, pero solo su conversación.

Fue al perfil del zorro y vio las fotos que había acumulado durante todo este tiempo.

No eran muchas y veía con detenimiento cada una de ellas.

Así se entretuvo hasta que llegó a la imagen que tenía cuando lo conoció.

Cuando le mando la solicitud.

Luis W.

Claro, la otra cuenta.

Cerró su cesión y e introdujo su correo electrónico alterno solo para llegar a su siguiente obstáculo.

La contraseña.

Sabía perfectamente que no era la misma de su cuenta personal.

Y si no era esa ¿Entonces cuál era?.

No tenía ni la más mínima idea.

De echo, tuvo un vago recuerdo de haberla cambiado, pero nada más.

Así se pasó el tiempo.

Tratando de recordar cuál era la maldita contraseña de la cuenta.

Y ni para intentar con la opción de recuperar contraseña.

Para eso necesitabas haber dado desde el inicio un correo alternativo, cosa que el no hizo.

Así estuvo hasta que la noche le ganó y termino durmiendose.