Los Imanes. (Furry/Yaoi)

19 - Desanimado

-Bueno, yo sé que ustedes ya habían pasado por esto, pero es necesario que repitamos la presentación para que todos puedan conocer mejor al nuevo grupo. Solo que está vez dirán si se encontraron a alguien conocido por qué ya ví algunas miradas y también platicas entre ustedes. -Exhibió el profesor. -Pasaran al frente de acuerdo a su número de lista.

Tanto Jaime como Luis tenían que admitir que estaban lo siguiente de tensos, incómodos y nerviosos.

Lamentablemente, el zorro no podía salir corriendo del lugar para evitar cualquier tipo de comunicación con el lobo.

Y es que eso era lo que más quería hacer en estos momentos sabiendo que si se quedaba ahí, tarde o temprano se tenía que presentar.

-El siguiente es... Uriel. -Nombró Fhill mientras que el goldador obedeció sin ningún problema.

Solo repitió un tanto indiferente lo que había dicho la primera vez que se presentó a su grupo B con la diferencia de que esta vez mencionó el tipo de trato que tenía con el lobo y cómo es que lo conocía gracias a Rodolfo.

Después de Uriel más especies se siguieron presentando.

-Ahora es el turno de... ¡Jaime!.

El zorro desvió la mirada y suspiró.

-¡Vamos! tú puedes. -Apoyo el goldador como si se tratara de una tarea bastante difícil aunque realmente para Jaime si lo era.

El zorro camino lentamente por la fila de bancas hasta llegar al frente.

Sin poder evitarlo, dió un pequeño vistazo a toda la clase y agachó su cabeza cuando llegó al rostro de Luis.

-Bueno... Yo soy Jaime, tengo 22 años y estoy en este curso porque quiero aprender a producir mis propias canciónes. Desde que estudió música, siempre me ha costado componer melodías y armonías... Estoy seguro que en este curso voy a reforzar esa área que no he podido desarrollar del todo. -Con cada palabra que decía su voz se notaba menos temblorosa. -En cuanto a si conozco a alguien...

Su silencio dejó intrigado a todos.

-No. No conozco absolutamente a nadie más que a Uriel. -alzo la mirada a su amigo y se dirigió inmediatamente a su banca.

Eso había dejado en total silencio a toda la clase.

Y Jaime sabía perfectamente bien que se estaba comportando de una manera extraña.

Lo peor de todo es que no lo podía evitar.

Y aunque no lo supiera, a el lobo si le había afectado eso, pues al escuchar sus palabras, un sentimiento de pesar en su estómago creció.

Como si le hubiera gustado que hubiese dicho algo diferente.

-Luis... Te toca a ti.

-Si profesor. -dijo con la voz más desanimada del mundo.