Los Imanes. (Furry/Yaoi)

53 - Cuestionamientos

La semana paso.

Para nadie fue sorpresa que Jaime y Luis ya estuvieran terminando de grabar su trabajo.

—Chicos, entiendo que ustedes sean unos sabelotodos de la música, pero su hora ya pasó. —Informo desde la puerta del estudio Piña Ce. —Nos corresponde a nosotros.

—Si... Si... —Luis comenzó a guardar el proyecto y le hablo al zorro desde el intercomunicador. —Jaime, es hora de irnos.

El zorro suspiro y se levantó del piano para salir del cuarto de grabación.

—Y ni te enojes lobo, ahora me arrepiento de no haberme emparejado contigo o mínimo con Jaime. —Dijo con una sonrisa la coneja.

—Muy graciosa. —El lobo cruzó sus brazos. —Pero si, desaprovechaste una grandísima oportunidad.
Piña ce rodó los ojos y río.

Jaime salió del cuarto, aprovecho que la coneja estaba ahí para despedirse de ella y junto con Luis, salieron del centro educativo.

—Lo bueno que solo nos falta agregar ese arreglo que hiciste con tu piano y ya terminamos. —Menciono el Lobo aliviado.

—¡Si!. —Concordó Jaime. —Aun no puedo creer que tengamos el trabajo listo una semana antes de la entrega.

—¿Parece una locura no?. Yo juraba que este curso lo reprobaría. —Confesó Luis.

Jaime río. —Bueno, yo no tanto así, pero pensé que estaría más difícil.

—¿En serio? Pero tú eres un zorro muy inteligente.

Luis sin darse cuenta, en las últimas semanas siempre recalcaba las cosas que a él le parecían increíbles del zorro.

A Jaime, aunque dijera que no, eso le encantaba.

Le recordaba mucho la época en la que él creía, eran algo.

Eso le hacía preguntarse siempre: ¿Luis habrá cambiado?

¿Habrá dejado de ser ese Lobo que solo buscaba a las personas para satisfacer sus necesidades personales?

Por qué no era nada fácil afrontar que la persona que quieres por siempre a tu lado, no lo estará.

Al final, Jaime se preguntaba el por qué cuestionarse cuando ya tenía a Uriel.

Alguien que jamás lo lastimaria de la forma que lo hizo Luis.

—¿Y ahorita que vas a hacer?. —Pregunto Luis tratando de sacar tema de conversación en lo que llegaban a la salida del centro educativo.

—Mmm, tal vez practicar el piano, terminar algunas tareas que tengo de mi carrera... O dormirme.

El lobo rio. —Yo creo que tomaré la tercera opción para mí.

—Luis, no seas flojo.

—Me conoces Zorro, es inevitable y...

El celular del lobo comenzó a sonar, lo miro y después observó a Jaime.

—Espérame tantito aquí. —Pidió al mismo tiempo que se alejo de el.

¿Con quién tendría que platicar para tener la necesidad de alejarse?

Se preguntó el zorro.