Jaime estaba explorando algunas variaciones rítmicas que podía agregar a su proyecto final.
Estaba prácticamente terminado y como sucedía en la mayoría de sus actuales composiciónes, siempre le encantaban como terminaban.
No tenía duda que había escogido lo mejor para el.
Desde su cuarto, escucho el timbre de la casa sonar.
Era muy temprano y no tenía amigos, sus padres no eran de hablarse con los vecinos, por lo que la probabilidad de que fuera Uriel, aumentaba.
¿Visita sorpresa?.
No le gustaban.
Salió corriendo hacia la puerta, aún no era momento de presentar al goldador ¿ni como amigo?.
Seguramente la ansiedad de Jaime le hacía especular de más, simplemente quería evitar a toda costa malos entendidos.
Jaime llegó a la perilla, la giro y abrió.
Si que se llevó una sorpresa cuando observó la visita.
—Jaime... ¿Cómo estás?... Yo...
El zorro suspiro, salió de su casa y cerró la puerta. —Creo que te deje muy en claro a ti y a todos los que les enviaste un mensaje que no quería saber nada de ti. —Dijo molesto.
Luis bajo la cabeza. —Lo se... Pero es que no entiendo nada y... Me cuesta creer que te he perdido por qué no quiero eso.
El zorro frunció el ceño. —¿Y que harás para aceptarlo? Por qué yo no puedo recibirte más y tampoco quiero seguir hablando contigo.
—Ves... —Al lobo, la tristeza cada vez lo invadía más. —¿Por qué dices eso? ¿Cómo es que dices eso después de todo?.
—Por que me equivoqué. —jaime cruzó sus brazos. —Solo me hago responsable de eso.
—Jaime, yo te amo.
El zorro casi lo empuja si no fuera por qué sabía que eso estaba mal y no debía actuar con agresividad. —¡Shhhhh! No digas esas cosas en voz alta, ¿Me quieres meter en problemas?.
—Lo único que quiero es tenerte en mi vida.
El zorro miro la tristeza de Luis.
Y no podía con ello, tuvo que bajar la mirada y se quedó ahí, sin saber que hacer o como reaccionar.
El lobo se acercó al zorro y lo abrazo.
Necesitaba eso.
Aunque Jaime no lo correspondiera, el solo hecho de sentirlo calmaba muchas cosas.
Después de eso, el mentón de Jaime fue levantó por la mano de Luis que actuando sin pensar, unió sus labios con el zorro.
El zorro no podía moverse.
No podía hacer nada.
Aún era demasiado débil a la presencia de Luis.
A sus actos y tacto.
Ese beso, recompensó todas las horas de falta de Jaime.
El mundo ya no existía para ellos, solo estaban ellos dos.
Sintiendo sus labios y los latidos de sus corazones.
—Jaime, ¿Quien es?. —Pregunto su madre en voz alta desde adentro.
Situación que aterrizó al zorro para poder apartar con un empujón al lobo.
—¿¡Que te sucede!?. —Regaño Jaime. —Te dije que podrías meterme en problemas.
—Yo... ¡Yo lo siento!, No pude contenerme... Es que en serio te extraño y...
—¡No mas Luis!. —El zorro suspiro. —No más porfavor... Deja de perder tu tiempo en esto, en mi. Ya no vale la pena. —bajo su mirada. —Por favor, no me vuelvas a buscar... Si dices que realmente me amas, al menos respeta mi decisión. —Jaime abrió la puerta de su casa y se metió para dejar de ver al lobo.
Luis todavía avanzo unos pasos más.
Pero Jaime tenía un punto.
Por qué una de las cosas de amarlo en su totalidad, era respetar sus decisiones.
Eso sí lo concebía muy bien.
El lobo se quedó ahí, mirando la puerta de la casa del zorro.
Estuvo aproximadamente 1:30 minutos bajo el ya ardiente sol.
Después de darse cuenta que había pasado un largo tiempo ahí, se dió la vuelta y se fue hacia su casa.
Estaba cansado, deshidratado, aún así con sus ganas de tomar algo de agua, fue directo a su cama y se acostó.
No quería saber nada.
No quería estar ahí.
Gracias al cansancio, fue fácil cerrar los ojos y quedar profundamente dormido.
_______
—¡Luis!, ¡Luis!. —Llamaba una voz hasta el momento desconocida. —¡Luis reacciona!.
—¿Que?. —El lobo podía ver con más claridad el entorno.
—Es tu turno de cantar, vamos... ¡Despierta!.
El lobo sacudió su cabeza, la especie que le hablaba era su profesor de curso que vestía muy elegante.
—¿Profesor? ¿Que hace aquí?.
—¿¡Como preguntas eso!?. —El conejo comenzó a empujarlo hacia lo que, recordaba el lobo, era la entrada al escenario del coliseo.
—Pero...
—Nada de peros, ya estamos aquí, no podemos fallarles a los asistentes. —Fhil termino por sacarlo al escenario.
Luis se sorprendió por ver una gran cantidad de gente y fue más su sorpresa al ver a Jaime en primera fila.
El lobo lo observó bien para asegurarse de que no se estaba confundiendo.
Era el rostro más lindo del mundo.
Perfectamente reconocible.
¿Que hacía aquí?, Lo último que recordaba era al zorro diciendo que no gastara mas su tiempo en el.
—No se que cantar... —El lobo volteo para hablar con Fhill.
El sonrió. —¡Canta lo que te diga el corazón!, ¡Lo que sientas!.
Un bajo comenzó a sonar, luego una guitarra.
—¿Lo que sienta?... Bien. —Luis se acercó al micrófono una vez escucho el sonido de un acordión.
Y empezó a decir únicamente lo que sentía.
Me muero, te llamo y no me respondes
No sé de ti, así ya no puedo seguir...
Me muero, ya te busque por el mundo entero, regresa a mi y ya no me hagas sufrir.Habras tenido razones que yo nunca conocí
Ya no quedará por mi
Si tengo que dejarte ir...Me muero, te pido que me perdones
Yo soy así, ¿Que más te puedo decir?.Oh!, me muero, me haces caminar sobre fuego
Tal vez así, tendrás compasión de mi...Habras tenido razones que yo nunca conocí
Ya no quedará por mi
Si tengo que dejarte ir.Fueron tantos errores
Pero nunca te menti
Ya no quedará por mi
Si todo va a seguir asíMe muero...
Me muero...
Me muero...
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Los Imanes. (Furry/Yaoi)
RomanceSomos Imanes II Después de una gira exitosa de la banda Odio y Deseo, los integrantes tienen algunos proyectos personales que terminar por lo que deciden que es un buen momento para darse un descanso. el único que no tiene planes, es el lobo guitarr...