Los Imanes. (Furry/Yaoi)

37 - ¿Que Sucede?

Luis G.OD: Hola Jaime

Fue inevitable para el zorro no asombrarse.

Después de estar convencido que no volvería a hablar con el lobo nunca más, ahora estaba ahí, viendo en su barra de notificaciones su saludo.

Otra cosa que no puedo evitar, fue recordar aquellos días en lo que el se emocionaba por recibir un mensaje suyo.

Algo que acababa de revivir.

Pero no.

Por momentos sintió alegría y ahora solo estaba enfadado consigo mismo.

Así como había sido claro con el lobo, también tenia que respetar eso para el mismo.

Aunque significara reprimir el sentimiento.

—Estoy seguro de haberle dicho que no hablaríamos a menos que fuera asunto escolar. —Se recostó sobre su cama y entro al chat.

¿Que sucede?

El zorro salió del chat y procedió a distraerse un poco en sus redes sociales.

No tardo más de 4 minutos para que Luis le devolviera el mensaje.

Ammmm... Jaja...
Bueno, me quitarán el internet por al menos una semana.
Ahora que lo pienso, mejor te cuento bien mañana en la clase.

Jaime frunció el ceño. —Chico, no me cuentes tu vida.

Está bien. De todos modos, si puedes, investigar y escuchar la canción que presentaremos, se llama Mi Desastre Favorito.
Espero poder comenzar con el proyecto desde mañana para terminar lo más rápido posible.

Me parece bien.

Fue lo último que contesto el Lobo.

Lo había decepcionado esa contestación.

"¿Que sucede?".

¿Ni siquiera un hola?

¿Tanto le molestaba ahora su presencia?.

¿Tanto le costaba olvidar lo que había sucedido para que el ambiente entre ellos dos fluyera de mejor forma?.

Aunque luego recordó que a él lo tuvieron que llevar con un psicólogo para olvidar a Mike por lo que tal vez, no tenía ningún derecho de hablar.

Aunque el quisiera, parecía no haber manera en la que el zorro mínimo lo tratara como un compañero.

—¿Por qué tenía que caer aquí de nuevo?. —Se pregunto así mismo mientras soltaba un suspiro.

Poco a poco, la ilusión de querer recuperar la confianza de Jaime iba disminuyendo.

Igual, no es como si lo necesitará para seguir vivo.

El entendía perfectamente que no podías forzar a reparar algo que estaba muy roto.

El último pensamiento de Luis antes de dormir, fue el de si acaso estaría condenado a estar solo por siempre.

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—Bueno muchachos. —Hablo el profesor Fhill sentado desde su escritorio. —Hoy nuevamente tienen libertad total de organización, mañana retomaremos conceptos que los ayudarán a extraer sin error todos los instrumentos de sus canciones elegidas.

—¡Profesor!. —Gritaron al unisono Piña Ce y Luis Agitados. —¿Podemos pasar?...