48 - Agradecimientos

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Los días fueron pasando. Poco a poco, Luis y Jaime desarrollaban nuevas formas de reversionar la canción y adaptar arreglos a sus instrumentos.

Ninguno de los dos volvieron a hablar sobre lo que pasó el primer día que Luis escucho cantar al zorro la canción, pero era inevitable para el lobo no recordar que después de ese abrazo, Jaime actuaba como si no hubiera pasado nada y también que estuvo sonrojado las dos horas que se mantuvieron practicando.

Con el paso del tiempo, acordaron que el que cantaría la canción era Jaime.

Por supuesto el zorro no quería, Pero le fue imposible convencer a Luis de que el lo hiciera.

Al lobo no le gustaba su forma de cantar, y podía ceder en todas las decisiones de Jaime para no causar conflicto, pero en esta no.

El día de la presentación del trabajo, Jaime se sentía afortunado de haber cantando en un lugar con muchos más asistentes que los que tenía el salón del curso.

Los nervios los tenía dominados y eso lo denotó a la hora de cantar.

Todos quedaron maravillados con lo que El zorro y el lobo habían echo para la canción.

Recibieron un fuerte aplauso y el profesor no tuvo de otra más que calificarlos con un 10.

Eso aseguraba mucho la certificación del curso.

—Jaime. —Nombro el lobo una vez se sentaron en su lugar mientras acomodaba la guitarra en su funda. —Gracias.

El zorro frunció el ceño confundido. —¿Por?.

—Eres un excelente músico y compañero, estoy seguro de que sin ti, mis calificaciones serían un asco.

El zorro no pudo evitar sonreír y sonrojarse. —No digas eso, tienes una banda, haces canciones, aportaste mucho de ti en este trabajo.

Uriel desde lejos observó los gestos de Jaime.

Se acercó a él y lo abrazo interrumpiendo la conversación con Luis.

—¿Cómo saliste zorrito?.

Luis frunció el ceño.

Jaime lo correspondió con una sonrisa. —¡Bien!. El profesor nos puso 10 y no es por nada, pero estaba seguro de esa calificación. ¿Tu cuánto sacaste?.

El goldador se separó del zorro. —El profesor nos puso 7.

—¿Siete?. —Pregunto extrañado el zorro. —Para mi lo hicieron bien.

—Yo estaba seguro de lo que estaba haciendo, pero estábamos nerviosos y nos equivocamos varias veces. —Relató. —Creo que ustedes fueron los únicos que parecía que estaban tocando en sus casas. —Rió. —No se vale, ustedes ya tienen experiencia.

Luis quería recordarle que aparte de ser un productor de una prestigiosa disquera, era músico de sesión.

Pero no lo hizo.

No quería demostrar el enfado que le producía ser tan cariñoso con el zorro.

Los Imanes. (Furry/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora