Los Imanes. (Furry/Yaoi)

62 - La Búsqueda

Piña Ce, cuidadosa, se acercó al salón donde ella supuso, se había escuchado el ruido.

Primero acercó su oreja, quería asegurarse que nadie estuviera ahí dentro tratando de jugarle una broma.

Cerro lo ojos e incluso trato de ignorar el sonido de su respiración.

Fue ahí cuando comenzó a escuchar a alguien soltando pequeños gemidos.

Piña Ce abrió exageradamente los ojos por su sorpresa.

—¿¡Pero que mierda esta pasando ahí adentro!?. —Se pregunto en su mente bastante asombrada. —¿Acaso...

Piña ce giro la chapa con cuidado y abrió la puerta lo más despacio posible para hacer nulo silencio en el acto.

Cuando se asomó al salón, no se encontró con ningún fantasma, pero si se encontró a Luis a Jaime encima del escritorio y semidesnudos.

Piña Ce retrocedió y con todo el cuidado posible, nuevamente cerró la puerta.

—¿Pero por qué aquí?... —La coneja dió la vuelta pues no tenía planes de interrumpir al lobo y al zorro.

—Piña...

La coneja llevo su mano al corazón y negó con su cabeza.

—Cuanta impresión por dios... ¿Acaso quieren que me muera?. —Pregunto la coneja susurrando al goldador que la había asustado por su repentina aparición.

—¿De que hablas?.

—De todo lo que me hacen sentir. —Regaño con voz baja la coneja.

—No te entiendo, ¿Por qué susurras?.

—Por que... —Pero la coneja quedó muda en esos momentos.

Sabía claramente que no debía decir nada.

Sabía claramente también que el goldador estaba detrás del zorro aunque en el salón, el que estaba detrás del zorro literalmente era el lobo.

—No tengo tiempo para esto. ¿Has visto a Jaime?.

La coneja trato de aguantar la risa.

Por supuesto que tenía que preguntar por el.

—No... No... ¿Por qué preguntas?.

—Estábamos en el festival y desapareció de la nada... Y por favor, deja de susurrar, me pones algo nervioso. —Uriel avanzo y se dirigió a la puerta del primer salón.

Piña Ce inmediatamente se puso delante de la puerta.

—¿A dónde vas?. —Dejo de susurrar pero de igual forma habló con un volumen bajo.

—Adentro, así que permiso. —Pidió Uriel.

—No puedes entrar aquí. —Informo Piña Ce.

—¿Por qué no?, Quiero tomar mis cosas para encontrar a Jaime y ya irme de aquí, estoy cansado.

—Es que... —La coneja se encontraba muy nerviosa. —El profesor me dió la orden de que nadie podía entrar a este salón.

—Pero... El profesor no tiene derecho sobre este salón.

La coneja suspiro, sabía que quitárselo de encima iba a ser aún más difícil.