𝐜𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟔

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"ALGODÓN DE AZÚCAR CON PIERNAS"

1 de septiembre de 1995


- ¿¡ALGUIEN HA VISTO MI SUDADERA DE QUIDDITCH!?

- ¡Ronald, devuélveme mi rana de chocolate! ¡La estuve escondiendo de Mia!

- ¡Eso es muy egoísta de tu parte, Ginevra! ¿¡Donde está mi libro de Newt Scamander!?

- ¡Búscalo en la encimera o en el cuarto de los gemelos, Mia!

- ¡Gracias, Herms, eres la mejor!

Un desastre. Esa es la palabra adecuada para definir lo que podía pasar en el 12 de Grimmauld Place cuando solo estamos a 45 minutos para que el expreso a Hogwarts se dirija a su destino.

Mientras Harry buscaba su sudadera de Quidditch, yo disimuladamente la escondía en mi baúl. Al mismo tiempo, Ronald se comía a una velocidad realmente impresionante la rana de chocolate de Ginny, quién la había estado escondiendo de mi, sabiendo lo mucho que me gustan. Al unísono, Fred y George se aparecían y desaparecían en diferentes lugares de la casa. Yo a veces odiaba que esos dos pasaran el examen de aparición.

- ¡Harry, guarde tu mantita en tu baúl! -dijo Lily.

- ¡Ginny, ven a buscar tus tenis! -comentó la señora Weasley.

- ¿¡Por qué todos estamos gritando?! -pregunto Sirius, mientras yo reía por saber que Harry tenía una mantita y por la confusión de Black.

Después de 10 minutos de desesperación. Logramos salir del 12 de Grimmauld Place, sin ningún inconveniente. 

Lily derramó una que otra lágrima al saber que ella, James y Sirius no podrían acompañarnos. Porque aunque no quisiéramos, Sirius seguía siendo un "asesino" y los Potter seguían estando "muertos".

El Ministerio había puesto a disposición del señor Weasley 2 autos para trasladarnos hasta la estación de King Cross. El problema de estos, es que no entraban muchas personas. 

Mientras que en un auto iban varios agentes de la Orden que estarían ahí para protegernos. Toda la familia Weasley, Hermione, Harry y yo, íbamos en un auto.

La señora Weasley iba en el asiento del copiloto, con Ginny sentada sobre sus piernas. Arthur iba conduciendo. Y atrás nos encontrábamos Harry, los gemelos, Ron, Hermione y mi persona. Y en estos momentos se me hacía muy incómodo tener que estar sobre las piernas de Harry, mientras los demás iban bastante apretados, pero cada quién sobre sí mismo.

Mi padre y mi hermano se encontraban en la estación esperándonos. Connor había dado la idea de que me quedara en Grimmauld Place, ya que sería menos peligroso que dejarme sola en mi hogar. Y estaba muy agradecida con esa idea, aunque no lo admitiría. 

Luego de unos minutos, llegamos a la estación King Cross. Minutos en los cuales, intenté mantener mi respiración lo más calmada posible. No quería que Harry se diera cuenta de lo nerviosa que me ponía estar con él.

- Hija, ¿cómo estás? -dijo mi padre abrazándome.- Ya ni siquiera te veo.

- No exageres, papi. -dije riendo.

- Necesito que vengas, te mostraré algo.

Mi padre me apartó del grupo y de su bolsillo sacó algo. Después de un rato, pude ver que se trataba de un brazalete.

- Este brazalete era de tu madre. Ella realmente lo amaba. Nunca se lo quitaba.-dijo él mientras me lo colocaba.- Y no tengo ni una duda de que ella hubiese amado que tu lo tuvieses. 

I JUST WANNA BE YOURS | Harry James Potter |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora