"NO DEBO DECIR MENTIRAS"
-ESPERO NO NECESITAR EL BALDE QUE MINNIE ME RECOMENDÓ- le dije a Harry mientras nos acercábamos al despacho de la sapo rosado.
-Cruza los dedos, Isabelle.- dijo él.
Toque la puerta y escuché un adelante de parte de Umbridge.
Al entrar, me arrepentí de no haber traído el balde.
Todo era rosa. ¡ABSOLUTAMENTE TODO ERA ROSA!
-Buenas tardes, queridos. Por favor, siéntense.- dijo ella mientras servía tres tazas de té.
Cuando nos ofreció una taza, le hice saber a Harry que no la tomará con mi mirada. No confiaba en esa señora y probablemente nunca la haría.
-Hoy escribirán unas líneas para mi, señor Potter y señorita Jones-dijo la sapo rosado.
Con Harry íbamos a sacar nuestras plumas, cuando la profesora Umbridge nos interrumpió otra vez.
-No, no usarán sus plumas. Les daré a cada uno, una mía muy especial-dijo ella.
A Harry y a mi nos entrego una pluma a cada uno, la verdad no entiendo que tiene de diferente.
-Ahora quiero que escriban, "no debo decir mentiras"-dijo la profesora Umbridge.
¿Es en serio?
-¿Cuantas veces quiere que lo escribamos?-pregunté.
-Mmm, no lo se, las veces para que se les quede grabado.- dijo ella mientras se sentaba en su escritorio.
-¿Y cómo quiere que escribamos? Ni siquiera nos dio tinta- dije incrédula. Esto tenía pinta de ser algo malo, muy malo.
-Esa pluma no requiere de tinta, por eso son...especiales- dijo Umbridge.
Empecé a escribir antes de que Harry lo hiciera, necesitaba irme inmediatamente de ahí. Hasta que sentí una molestia en mi mano izquierda, noté una cicatriz y...era mi letra. Claramente se veía "no debo decir mentiras". Sentía como la sangre corría y aunque no quisiera, derramé una lágrima que rápidamente limpié.
Al ver que Harry también miraba su mano, Umbridge se posicionó delante de nosotros.
-¿Pasa algo, queridos?- dijo con una sonrisa tan falsa como mi amor por las clases de Binns.
Negué con la cabeza mientras veía como la mandíbula de Harry se tensaba.
-Muy bien, ojalá se les haya quedado grabado. Espero no verlos de nuevo.- dijo ella.- Pueden irse.
Salí mientras mis ganas de llorar se hacían más intensas. Y corrí.
Corrí al mismo tiempo que escuchaba como Harry gritaba mi nombre.
Al llegar al baño de Mirtle la Llorona, entré a uno de los cubículos y me lancé en el piso a llorar.
-¡Mia! ¿Estás aquí?- preguntó Harry, al notar que estaba en uno de los cubículos, hecha un ovillo.
Él se acercó a mi y yo solo pude llorar al sentir sus brazos alrededor de mi. Lloré por lo injustas que pueden ser las personas. Lloré al saber que quizás, Umbridge tenía planeado torturar a cada uno de los alumnos de Hogwarts. Lloré porque era una cobarde, era una cobarde al no denunciar a esa miserable mujer. Lloré porque me sentí sola.
Él susurraba cosas como: "todo estará bien", "estoy contigo, Mia", "no estás sola".
-Hey, Mia.- dijo Harry mientras con sus manos levantaba mi rostro.- Tranquila, respira.
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I JUST WANNA BE YOURS | Harry James Potter |
FanfictionEnamorarse jamás había estado en los planes de Mia, pero todo eso cambió el día en que conoció al niño con la peculiar cicatriz de la que sus padres siempre le habían hablado. Harry jamás imaginó que una de sus mejores amigas sentiría lo mismo que é...