I JUST WANNA BE YOURS | Harry James Potter |

𝐜𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟗

"PROFESSOR SLUGHORN"

HARRY JAMES POTTER:

Habían pasado unos meses desde la batalla en el departamento de misterios. Mentiría si dijera que Mia ha estado mejor; llora mucho en las noches, a veces no sale de su habitación o ni siquiera come. Intento demostrarle que la apoyaré siempre que ella lo necesite, pero casi siempre se encierra en sí misma y no me deja que la ayude. Se había ido unos días a la madriguera, su hermano nos había dicho que le haría bien.

Me encontraba en una cafetería de estación de tren, en el Londres muggle; el profesor Dumbledore me había recomendado pasar unos días en el 4 de Privet Drive, porqué a pesar de que mamá y papá seguían con vida, lo mejor sería mantenernos bajo perfil. 

No soportaba a los Dursley, por eso siempre estaba afuera de su casa.

─¿Quién es Harry Potter?─ preguntó una de las chicas que trabajaba en el café, mirando la portada del profeta.

─Oh, nadie. Un idiota que no sabe qué hacer con su vida.─ respondí amablemente.

─El otro día creí ver que una foto se movía. Por un momento pensé que me había vuelto loca.─ dijo sonriendo. Reí suavemente.

Si tan solo supiera...

Colocó el capuccino que había ordenado sobre la mesa y dio la vuelta para irse al mostrador.

─Me preguntaba si...─ comenzó ella, pero la interrumpí.

─Lo siento, no estoy disponible. Tengo novia.

Ella asintió con una mueca de desagrado ante la palabra novia.

Reí y volví mi vista hacia el periódico.

Pude vislumbrar como frente a mi, una figura humana aparecía y desaparecía con los movimientos del tren, que se encontraba pasando rápidamente.

Al pasar el tren, pude diferenciar aquella figura.

Era el profesor Dumbledore.

Me acerqué hacia él y me miró, antes de asentir con la cabeza en modo de saludo. Se encontraba mirando hacia un anuncio de perfumes.

─Fuiste imprudente éste verano.─ dijo refiriéndose a que estuviera fuera de la casa de los Dursley.

─Me gusta viajar en tren. Me aclara las ideas.─ dije.

Pude notar como su mano se encontraba de un color negro. Lo cual era bastante perturbador.

─Es bastante desagradable verla, pero es una historia interesante de contar, aunque yo lo diga.─ dijo él.─ Toma mi brazo.

Dudé antes de que dijera:─Haz lo que digo.

Al tomarla sentí como girábamos sobre nosotros mismos, sentí que vomitaría.

Nos encontramos en un pueblo, bastante pequeño.

─¿Hice una aparición?─ pregunté, mareado.

─Así es. Y muy bien a mi parecer.─ respondió el profesor Dumbledore.─ Muchos vomitan a la primera.

─Me pregunto por qué.─ cuestioné irónicamente. El profesor me vio divertido y me pidió que lo siguiera.

Nos dirigimos a una de las casas que se encontraban en el pequeño pueblo.

─Discúlpame por traerte repentinamente, Harry. Esa chica muggle era muy linda, a mi parecer.─ dijo el profesor Dumbledore.

─De hecho, señor, después de tantos años ya me acostumbré.─ dije divertido.─ Y no...yo no la invité a salir.