Habían pasado dos meses desde la graduación y Mia se estaba alojando en la madriguera junto a los Weasley (y asociados). A pesar de la insistencia de Connor, Mia no quiso quedarse a vivir con él, Leah y Grace; la rubia sabía muy bien que su hermano tenía una familia que cuidar, además, deseaba saber que era experimentar una vida sola. O no del todo.
-¡Mia! ¿Haz visto mis tenis blancos?-gritó Ginny desde el primer piso de la madriguera.
Izzy soltó un suspiro cansado y dejando de lado el libro que estaba leyendo, respondió en voz alta:-¡Están en el cuarto de Ron!
Ron y Hermione se habían ido en búsqueda de los padres de la castaña y según las cartas de la misma, la búsqueda había estado siendo muy complicada aunque aún tenían algo de esperanza.
Alguien tocó la puerta y Molly salió a la sala con tres mezclas diferentes en bowls volando cerca y uno en sus brazos.
-Isabelle, cariño ¿podrías abrir la puerta?-le pidió a la rubia.
Ella asintió con la cabeza y caminó rápidamente hasta la entrada encontrándose a dos azabaches y una pelirroja.
Sonrió y se lanzó a los brazos de Harry quien la recibió con gusto.
-¡Nuera bonitaaaaaa!-exclamó James, apartando a Harry y envolviendo a Mia en un abrazo paternal.
-Probablemente te pida que le hagas más galletas, nunca es tan cariñoso-le murmuró Lily a la rubia que rió mientras abrazaba a la mayor.
Entraron y fueron recibidos por Molly que estaba metiendo algunas tartas al horno.
Harry miró a Mia que estaba hablando con su madre y con la señora Weasley, se veía agotada, se marcaban las ojeras debajo de sus ojos.
Tenía que hablar con ella.
Fred y Michelle bajaron a la sala, seguidos de Ginny y Noah. Harry aprovechó la oportunidad para acariciar la mano de Mia, que estaba a su lado.
Ella levantó la mirada y se encontró con la suya, jamás se cansaría de admirar sus ojos.
-¿Quieres salir a caminar?-le propuso él.
Asintió con la cabeza y antes de salir miró a Ginny, que entendió la señal rápidamente.
El sol estaba a una media hora de esconderse, así que sería el momento perfecto para ver el atardecer juntos.
Caminaron varios minutos en silencio, con sus manos entrelazadas y balanceándose. Mia sonrió al ver como su mano encajaba con la de Harry, como si estuviese hecha para la suya.
El azabache no pasó desapercibida aquella pequeña sonrisa y le dio un pequeño apretón a la mano de la chica, haciendo que ella levantara su mirada, encontrandose con la de él.
Su sonrisa se ensanchó al ver como los ojos de Harry brillaban y decidió romper la distancia entre ambos con un pequeño beso.
Él estaba enamorado de como podía sentir tanto sin decir nada, porque sus ojos decían más que mil palabras.
-¿Quieres sentarte?-le preguntó a la rubia, señalando la pequeña colina frente a ellos.
Ella asintió y corrió hasta la colina, lanzándose con cuidado al piso. Sonrió al sentir a su novio tirándose a su lado.
-Tu...¿haz pensado en qué haremos?-le preguntó él en un tono bajo de voz. La rubia se giró hacia él que la estaba mirando fijamente.
Suspiró y le dijo:-No...no he pensado en qué haré ahora ¿Y tú?
-Yo tampoco. Lo que sé es que te quiero cerca.
Ella sonrió ante aquellas palabras y miró al cielo nuevamente.
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I JUST WANNA BE YOURS | Harry James Potter |
FanfictionEnamorarse jamás había estado en los planes de Mia, pero todo eso cambió el día en que conoció al niño con la peculiar cicatriz de la que sus padres siempre le habían hablado. Harry jamás imaginó que una de sus mejores amigas sentiría lo mismo que é...